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Tras las subidas del primer semestre parece que las bolsas se están dando un respiro. La cuestión es saber si este se produce para cambiar de tendencia o bien para coger impulso y buscar nuevas cotas.


Este “descanso” el IBEX lo comenzó a las puertas de una gran resistencia como son los 11.000 puntos. Si rebota desde los 10.500 en los que se ha apoyado volverán a suponer un obstáculo. Si pudiera hacerlo, el siguiente estaría en los máximos de 2015 (11.800-12.000); en cambio si perdiera el soporte el siguiente estaría alejado en los 9.800-10.000. El resto de índices el parón lo han hecho en soportes y alejados de resistencias con lo que la situación técnica muestra más potencial. El EuroStoxx está intentando aguantar los 3.450-3.500 para ir a buscar los 3.850-3.900, lo que le daría una rentabilidad de casi el 10%. El siguiente soporte no estaría muy alejado (3.300).


El DAX alemán está aguantando sus anteriores máximos históricos, así que si se reactiva tendría vía libre de subidas. Si lo perdiera podría encontrar un soporte en los 12.000-11.900 sin más problema.
El MIB italiano también está consolidando por encima de 20.600, con un objetivo algo ambicioso a medio plazo de 24.000. Si la situación de sus bancos y la inestabilidad política preocupa al mercado y pierde dicho soporte podría caer en primer término hasta los 18.200. El CAC francés ha caído menos estos días, e intenta consolidar los 5.200-5.250 lo que sería una gran señal; pero si la resistencia funcionara podría encontrar un suelo en los 4.750-4.650.


El FTSE británico también está por encima de sus anteriores máximos históricos y hasta ellos (7.100) podría recortar e incluso bajar a 6.750 sin suponer grandes cambios. Su problema, en parte por el brexit, está en el tipo de cambio: si perdiera las 0,90 libras por cada euro sería peligroso, aunque hay que recordar que un inversor puede protegerse de este riesgo mediante fondos cubiertos o “hedged”.