Cuando el Nobel Sheldon Glashow impartía matemáticas a sus jóvenes alumnos, les explicaba cómo los sumerios, hace 18 siglos, establecieron los siete días de la semana o los 365 días del año, y cómo dividieron una hora en 60 minutos, y cómo, subdividiendo a estos en otras sesenta porciones, establecían las pars minuta secunda…
Al hilo de estos razonamientos, en mi último artículo, ya les anuncié la continuidad, la pars minuta secunda, del nuevo Régimen Especial de las Islas Baleares, el REIB. Entonces, les describía cómo la condición de insularidad define el dinamismo económico del archipiélago, pero también cómo se convierte en la causa de sus desequilibrios y de su fragilidad. Cómo el hecho insular carga unos mayores costes de producción y de inversión a las empresas y presenta un preocupante déficit en la provisión de bienes públicos: educación, sanidad, servicios sociales, transportes...
Cooperar para liderar
22/09/17 10:00
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