Jaume Juliá, director de zona de Balears de Cajamar; Gabriel Bauzá, director general de Colonya-Caixa Pollença; Alberto del Cid, director del Área Financiera de Banca March; Antoni Serra, director territorial de BMN-Sa Nostra; Pedro Ballester, director regional en Balears de Banco Sabadell; Maria Alsina, directora territorial de CaixaBank en Balears; Fernando Serrano, director de la red de oficinas en Balears de Bankinter, y Jose Ramón Fragoso, director de la zona de Balears de BBVA, posaron en el Real Club | J. J. Monerri

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La banca reclama seny. Y tranquilidad. Coinciden en señalar que el dinero es miedoso e insisten en asegurar que no hay ningún tipo de peligro para clientes, empleados o accionistas de ninguna entidad bancaria. Nadie duda de que la digitalización es imprescindible, aunque también insisten en proclamar las bondades del trato personalizado y especializado. Consideran que los tipos de interés continuarán bajos y reconocen que sería bueno para el negocio bancario que se recuperaran con rapidez.

Maria Alsina, directora territorial de CaixaBank en Balears; Alberto del Cid, director del Área Financiera de Banca March; José Ramón Fragoso, director de la Zona de Balears de BBVA; Antoni Serra, director territorial de BMN-Sa Nostra; Pedro Ballester, director regional de Banco Sabadell; Jaume Juliá, director de zona de Balears de Cajamar; Fernando Serrano, director de la Red de Oficinas en Balears de Bankinter, y Gabriel Bauzá, director general de Colonya-Caixa de Pollença, asistieron el pasado viernes día 6 a un nuevo Encuentro de El Económico, que contó también con la presencia de Xicu Costa, exdirector territorial de CaixaBank en Balears y ahora con idéntica responsabilidad en Valencia. Carmen Serra, presidenta del Grup Serra; Pedro Rullán, consejero delegado del Grup Serra, y Paula Serra, editora de El Económico y directora de Audiovisuales del Grup Serra, acudieron también a la cita, que tuvo lugar en el Real Club Náutico de Palma.

La crisis catalana centró la primera parte de la conversación, después de que Banco Sabadell y CaixaBank decidieran abandonar Catalunya y situar su sede central en Alicante y Valencia, respectivamente.

‘Seny' es la gran receta para recobrar la tranquilidad que siempre requiere la economía. “En general, todo lo que es rumorología e inestabilidad acaba pasando factura a la economía y, finalmente, a las entidades financieras. Hay que recuperar el seny, dialogar y llegar a acuerdos”, explica Antoni Serra, mientras que José Ramón Fragoso apunta que “la situación no es buena para nadie” y reclama que “se solvente con rapidez, con la máxima celeridad posible”.

“Esta situación puede provocar una ralentización de la inversión, además de una salida de fondos de una comunidad a otra y de una entidad a otra. Es importante que se resuelva cuanto antes”, indica Gabriel Bauzá.

Alberto del Cid incide en la inestabilidad, que siempre es desaconsejable desde el punto de vista económico. “Con independencia de los aspectos políticos, introduce un factor de inestabilidad que puede ser contraproducente para el crecimiento económico español y catalán”, argumenta Del Cid.

Fernando Serrano se muestra optimista, convencido de que llegará una solución. “El dinero es miedoso. Los grandes analistas europeos ya están diciendo que no estamos en un buen momento para invertir en la bolsa española. Se va a solucionar, no tengo dudas, pero creo que por el camino”, afirma Serrano.

Jaume Juliá, tras recordar que el dinero es miedoso, aboga por el dialogo y el seny. “La incertidumbre nunca es buena. El dinero es miedoso. Estoy convencido de que se solventará, pero es importante que sea lo más rápido posible. Hablando y dialogando se arreglará. Las propias soluciones que pueden encontrarse pueden beneficiar a Balears. Y lo digo, por ejemplo, pensando en la financiación. Estoy convencido que el seny acabará imponiéndose”, acaba asegurando Juliá.

Maria Alsina insiste también en explicar que la incertidumbre nunca ayuda. “La situación de incerteza es siempre una mala compañera de viaje. Los momentos que estamos viviendo son complcados. Nuestra prioridad máxima es proteger y que prevalezcan los intereses de nuestros clientes, accionistas y empleados. A eso nos dedicamos desde hace más de 100 años. Todas las decisiones que se adoptan están en esta línea”, dijo Alsina.

Pedro Ballester insistió en asegurar que proteger los intereses de sus clientes era la máxima prioridad. “La incertidumbre provoca miedo, tanto a los inversores que vienen de fuera como a los propios agentes de la economía española. Los clientes, los accionistas y los empleados son nuestra principal preocupación. Por eso, en 2015 ya se facultó al consejo de administración para poder cambiar de sede sin necesidad de que se reuniera la junta de accionistas. Trasladar nuestro domicilio social no fue una decisión fácil, pero hemos considerado que era lo mejor para clientes, accionistas y trabajadores”, explicó el máximo responsable de Banco Sabadell en Balears.

SANA COMPETENCIA. Sabadell y CaixaBank trasladaron su sede central fuera de Catalunya velando por los intereses de clientes, accionistas y trabajadores.

Los responsables de los diferentes bancos en Balears son unánimes en considerar que no intentarán aprovecharse de la crisis suscitada en Catalunya para ganar negocio. Coinciden en defender siempre la sana competencia.

“Es cierto que puede producirse un traspaso de fondos, pero las entidades financieras lo que deseamos ahora es colocar inversión crediticia. Queremos captar clientes, pero los depósitos nos obligan a pagar un poco al cliente y un poco al Banco Central Europeo”, explica Bauzá.

Juliá tiene claro que Cajamar no intentará aprovecharse de la desgracia del otro. “Aprovechar la incertidumbre nunca es bueno. Seguro que algún empleado intentará aprovecharlo, pero nuestro trabajo es cortarlo de raíz. Así, no. Cajamar lo hará. Nos gusta captar clientes, pero no aprovechar una situación un tanto ventajista”, argumenta Juliá, mientras que Del Cid apostilla que “los clientes hay que ganarlos en buena lid”.

Serra padeció una situación similar, que se prolongó en el tiempo, y es taxativo cuando asegura que no permitirá que BMN-Sa Nostra se aproveche de ella. “Nosotros lo padecimos. El dinero quiere calma, es miedoso. Somos conscientes de que puede haber traspasos de saldos. No queremos que esto pase con BMN-Sa Nostra ni con otras entidades. Al final es contraproducente. La fiabilidad, la competencia y la credibilidad del sector requiere transparencia y honestidad”, afirma rotundo Serra.

“Bankinter no irá a buscar clientes intentando aprovechar esta situación. Hoy, tener pasivo corriente es poco atractivo, pero hay productos de valor, banca privada, sicavs...”, asegura.

Alsina y Ballester insisten en reclamar tranquilidad, al tiempo que explican que sus clientes, accionistas y trabajadores pueden estar tranquilos.

TIPOS DE INTERÉS. La totalidad de los responsables bancarios de Balears coincidieron en señalar que los tipos de interés bajos dificultan el negocio bancario. “Los bajos tipos de interés preocupan a todos, primordialmente a los bancos. Hace dos o tres años coincidíamos en señalar que no veíamos un repunte, pero nadie podía imaginarse que bajarían aún más. Necesitamos que se recuperen”, explica Serrano, que insiste en señalar que la banca necesita reconvertirse. “Hay demasiada capacidad instalada, sobran oficinas y para reeestructurar la banca necesitamos mejorar nuestra cuenta de resultados. Somos la región de Europa con más oficinas por habitante. No veo al consumo animado, pese a que nosotros estamos dispuestos a dar crédito. Además, los sueldos deben aumentar”, afirma Serrano.

Fragoso también tiene claro que los tipos de interés bajos no ayudan; asegura que es vital reforzar la confianza de los clientes, al tiempo que explica que no tiene una varita mágica para saber cuándo empezarán a recuperarse.

Del Cid se moja y asegura que el repunte de los tipos no llegará hasta finales de 2018. “Subirán lentamente y no esperamos un repunte hasta finales de 2018. La subida es muy importante para la cuenta de resultados de los bancos, pues es muy difícil generar cuenta de resultados con tipos negativos”, afirma Del Cid.

Bauzá, por su parte, recuerda que los tipos bajos dificultan que las entidades bancarias obtengan beneficios y asegura que si se mantienen grandes ganancias es porque aumenta el volumen. “En España, tenemos el nivel de comisiones más bajo de la banca europea”, dice Bauzá.

Serra se moja y augura que los tipos de interés no se moverán de forma sustancial en los próximos meses. “La previsión a doce meses es que los tipos de interés no cambien de forma importante. Los tipos bajos y los cambios de hábitos de los clientes hacen que varíe la foma de trabajar de las entidades. Bankia ha hecho un buen trabajo en este sentido. Podemos estar de acuerdo en que cada día habrá menos oficinas. Las cuentas de resultados se ven afectados por los cambios normativos, que requieren importantes inversiones por parte de las entidades, por ejemplo, en formación”, asevera Serra.

DIGITALIZACIÓN. Nadie pone en duda la necesidad de perseverar en el proceso de digitalización de las entidades. Ahora bien, siempre sin perder el contacto personal con los clientes y ofreciéndoles un alto grado de especialización para que dispongan del mejor servicio.

Fragoso no duda en catalogar la digitalización como uno de los grandes retos del sector financiero. “Es uno de los grandes retos del sector. Los hábitos de nuestros clientes están cambiando y nosotros debemos reinventarnos. En los últimos seis o siete años se ha reducido en un 50% la afluencia de gente a las oficinas. Hoy, los clientes no tienen que moverse de casa para cubrir la inmensa mayoría de sus necesidades”, asegura Fragoso.

Alsina añade la proximidad y la especialización a la apuesta de CaixaBank por la digitalización. “Siempre hemos sido pioneros desde el punto de vista tecnológico. Ahora bien, nosotros también creemos mucho en la proximidad con el cliente. Nos estamos reinventando. Estamos abriendo oficinas store, que suponen un nuevo concepto. Abren, por ejemplo, mañana y tarde. Ahora tenemos cinco en Balears y tres más en proyecto. Digitalización no es disponer de una app. Es el acompañamiento al cliente que quiera hacer servir las aplicaciones. Nuestras nuevas oficinas responden a las peticiones de nuestros clientes, nos solicitaban proximidad, que no hubiera barreras físicas, que pudieran tomarse un café con tranquilidad, que abrieran mañana y tarde... También cuentan con espacios de privacidad para que los clientes puedan ser asesorados con intimidad. Además, hay especialistas en diferentes áreas de negocio. Tenemos más de 15 millones de clientes y los hay de todo tipo. Hemos de ofrecer la mejor opción a cada uno”, explica Alsina y Fragoso recuerda el importante papel del big data. “La digitalización no es solo poder realizar todo tipo de transacciones. Es mucho más. El cliente debe ser capaz de adoptar las mejores decisiones con más conocimiento. Estamos hablando de big data. Es fundamental”, dice Fragoso.

Del Cid explica que la digitalización no es un fin. “Claro que hay que avanzar en el camino de la digitalización, pero no podemos olvidar que no es un fin, sino un medio para proporcionar un mejor servicio a nuestros clientes.
Serra explica que el camino de la digitalización no ha de suponer dejar a nadie fuera de la entidad. “Está claro que la digitalización va mucho más allá de la transaccionalidad. Sin emnargo, no podemos dejarnos clientes por el camino. Ahora, también hemos de estar pendiente de los clientes que no se han digitalizado”, indica Serra.

Bauzá es consciente de que Colonya, por una cuestión de tamaño e inversión, no puede aspirar a disponer de la mejor app del mundo. En todo caso, destaca su apuesta por la digitalización y la proximidad.

Ballester incide en que las nuevas tecnologías no tienen marcha atrás, pero recuerda que gran parte del negocio tiene lugar en las oficinas. “Es cierto que las nuevas tecnologías y la digitalización son el futuro. También es cierto que son muchos los que no están adaptados a las nuevas tecnologías. Por tanto, hoy por hoy, no podemos olvidar que el negocio sigue generándose en las oficinas. Además, todo el mundo de las empresas es fundamental. Nuestros gestores han de ir a las empresas, hablar con ellas, conocerlas, dialogar... No vayamos a enarbolar la bandera de la digitalización y nos olvidemos de que el negocio sigue estando en las oficinas. Los clientes necesitan el roce”, argumenta Ballester, mientras que Fragoso apunta que la especialización es perfectamente compatible con la digitalización.

“La digitalización te permite mejorar los procesos y estar así más cerca del cliente. Está claro que cada vez será más necesaria la especialización. Los canales no deben enturbiar la comunicación con el cliente, sino todo lo contrario”, asegura Serrano.

TURISMO. El turismo, como no podía ser de otra manera, acaparó muchos minutos de conversación. La firma del convenio de hostelería, la decisión del Govern de doblar el impuesto turístico y la permanente polémica sobre el alquiler vocacional centraron los debates.

Debe agradecerse el esfuerzo de la patronal. Supondrá un impulso adicional para la economía de Balears. Lo realmente relevante del impuesto turístico es en qué se gasta lo que se recauda. En mi opinión debería invertirse en corregir los efectos perjudiciales que tiene el turismo”, asegura Del Cid.

Ballester se pronuncia sobre el alquiler vacacional de forma taxativa y asegura que debería prohibirse en plurifamiiares. “Las partes implicadas han firmado el convenio. Nada a reprochar. El impuesto turístico, si se utilizan bien los fondos, no ha de suponer grandes problemas. Respecto a la regulación del alquiler vacacional, entiendo que no es fácil, pero debería prohibirse en plurifamiliares”, indicó Ballester.

Juliá se mostró satisfecho con la subida del convenio y reclamó más dinero del impuesto turístico para el sector primario. “De entrada, el 17% de subida me parece mucho, aunque es cierto que tendrá efectos beneficiosos sobre la economia balear. Defiendo el impuesto turístico, pero creo que el sector primario debería verse más beneficiado. En cuanto al alquiler vacacional, creo que debe regularse, prohibiéndose en plurifamiliares, al menos en Palma”, sentenció Juliá.

Serrano se suma al consenso respecto las grandes cuestiones del turismo. “El convenio de hostelería me parece acertado, puesto que las últimas temporadas han sido excelentes. En cuanto al impuesto turístico me parece necesaria una mayor transparencia, saber a qué se dedica la recaudación. El alquiler vacacional es de muy difícil regulación. Entiendo que en cascos urbanos es complejo. Estoy en contra”, señala Serrano.

Biel Bauzá es partidario de la regulación del alquiler vacacional y asegura que no cree que el impuesto turístico suponga un gran problema para Balears.

Fragoso, por su parte, incide en reclamar mayor transparencia. “La transparencia en el reparto del impuesto turístico debe ser total. Entiendo que el convenio es bueno, puesto que me parece justo que los trabajadores se vean beneficiados de unas temporadas excelentes”, argumenta.

Serra asegura que la firma del convenio de hostelería traerá consecuencias positivas para la economía. “Considero que si hay un acuerdo entre patronal y trabajadores y, además, con el visto bueno del Govern, no hay nada que decir. Ahora bien, las consecuencias de este acuerdo, en principio, deben generar más riqueza a la comunidad. Aumenta el poder adquisitivo y, por tanto, es bueno para la economía”, explica Serra, que se declara partidario del impuesto turístico, “aunque no tengo datos suficientes para valorar el impacto que puede tener en el futuro”. Serra cierra la cuestión turística planteando el fenómeno del alquiler vacacional como la cuarta revolución industrial. “Estamos ante una transformación de una economía de empleo a una economía de autónomos, con mucha flexibilidad.

Podemos hablar de la cuarta revolución industrial. Esta transformación necesita una regulación. El 35% de los autónomos de España son titulados superiores. Y la cifra va creciendo. Mientras sucede esto ya hay casos en los que se están perdiendo derechos laborales. Algo no funciona correctamente”, argumenta Serra.

Alsina, por su parte, reclamó equilibrio. “Es difícil pero se debe encontrar un equilibrio entre hoteleros y turismo vacacional justo para todos, tanto a nivel regulatorio como fiscal, y que sobre todo ayude a la generación de empleo de larga duración y de reparto de riqueza en las Islas”, dijo Alsina.

PRODUCTIVIDAD Y REIB. La totalidad de los responsables de la banca en Balears coinciden en señalar las serias dificultades que tienen las Islas para mejorar la competitividad y aseguran también que conseguir un buen Régimen Especial es fundamental. “Es complicado mejorar la productividad en el sector terciario. Es evidente que conseguir un Régimen Especial es imprescindible”, explica Ballester, que acto seguido apuesta por la formación profesional.

Juliá incide en la formación para incrementar la productividad y asegura que “negociar un buen REIB, que compense la insularidad, es vital para el futuro de Balears”.

Serrano insiste en la formación como elemento de transformación de la sociedad, mientras que Gabriel Bauzá reclama el REIB con vehemencia. “Es de justicia. Que se compensen los gastos de insularidad para competir en igualdad de condiciones es una reivindicación histórica. Debe ir acompañada, además, de una mejora en la financiación”, explica Bauzá.

“En los últimos años se han acometido reformas para mejorar la productividad. Hay que insistir. Ademas, la formación es fundamental”, argumenta Fragoso.

Del Cid afirma que para mejorar la productividad “no podemos tener una economía tan dependiente de un único sector”. “Un nuevo REIB ha de compensar los gastos de insularidad, pero, además, es imprescindible un nuevo modeo de financiación”, dice Del Cid.

Finalmente, Serra incide en que para mejorar la productividad no hace falta dejar el turismo. “El sector turístico no ha cambiado, pero la productividad ha ido empeorando. No hemos de cambiar de sector. Hay ámbitos de mejora”, explica y aboga por “la concienciación de toda la sociedad para conseguir un buen REIB”.

Alsina, por su parte, explicó la necesidad del REIB. “Es una propuesta para que se reconozcan las particularidades de la insularidad balear, encaminada al mantenimiento de la competitividad de los diferentes sectores económicos y a ciertas mejoras que repercutan en toda la población”, sentenció.