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Ya le ocurrió a Air Europa y a Air Plus Comet. Los encargados de realizar los planes de viabilidad utilizan la información de la que disponen, sin dudar de la fiabilidad de la misma, y llegan a conclusiones erróneas porque las cifras de las que han dispuesto no se corresponden con la realidad. En primer lugar, las apabullantes cifras de chinos que viajan internacionalmente, más de ciento veinte millones este año, esconden que la mayor parte de ellos lo hacen a Macao o Hong Kong, que no son más que dos islas chinas pero cuentan en las estadísticas como extranjero, y a los países vecinos: Taiwán, Corea, Japón, Tailandia, etc. Solo unos pocos más de tres millones vinieron a Europa, pero como muchos recorrieron varios países se les cuenta repetidamente.

En el caso de España, los de Frontur, a los que se llega por medio de encuestas, nos dicen que más de medio millón de chinos vinieron a nuestro país el pasado año. Ni la capacidad de carga aérea, ni el número de visados emitidos corroboran esas cifras. En mi opinión, el número real sería de alrededor de 230.000. En ese caso, el mercado es del orden de la mitad de grande de lo que dicen las estadísticas y esto parece que no lo han tenido en cuenta los analistas de Iberia.

En el caso del gasto, el análisis es similar. Es bien sabido que los chinos gastan cerca del sesenta por ciento de su presupuesto en compras, por lo que intentan ahorrar en hoteles y aviones. Hay algunos que gastan mucho en sus viajes a España, como aseguran Global Blue y El Corte Inglés, pero hay muchos más que tienen un gasto medio que está en el promedio de los visitantes no comunitarios. El gasto total, de nuevo de acuerdo a los datos del INE, sería de cerca de 800 millones de euros, incluyendo el viaje.

El tráfico entre los dos países es turístico y para visitar amigos y familiares, con muy poco componente de viaje de negocios. Es un público que ahorra al máximo en transporte. La ruta de Iberia que sirve a China, Madrid Shanghái, opera dos veces por semana, lo que no facilita el crecimiento del tráfico de negocios, que necesita vuelo diario.

En el caso del viaje turístico, el factor determinante es el precio, y ahí la competencia es muy fuerte. Actualmente doce compañías ofrecen vuelos entre las dos ciudades, la mayor parte con una escala y por menos de 400 euros en algunos casos.

Los costes fijos de la operación hay que distribuirlos en solo dos operaciones semanales, por lo que necesariamente son altos.

Seguro que los análisis de viabilidad están basados en un “mix” de pasaje en el que al menos el setenta por ciento del tráfico tiene su origen en China, algo que las compañías chinas no ignoran, por lo que China Eastern abrió la misma ruta, con la ventaja de que conoce mejor el mercado, tiene mejores conexiones con otros aeropuertos chinos, mayor confianza de los locales, amplios acuerdos con los touroperadores y algún tipo de apoyo por parte de las autoridades chinas. En resumen, Iberia fracasará en China.