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Si habitualmente lees mi columna este artículo te puede encantar (o no), pero la culpa no es de la calidad del texto o lo mucho (poco) que me lo haya currado. La culpa es tuya… te explico.

Seguramente te suena el concepto “regresión”, el cual fue utilizado por primera vez por un primo de Darwin llamado Francis Galton en un artículo de finales del siglo XIX. Un tipo que también es famoso -y polémico- por ser uno de los padres de la eugenesia.

Galton descubrió una relación lineal entre la altura de los padres y la de sus hijos, destacando el hecho de que los hijos de padres altos son, en promedio, de menor estatura que sus padres y viceversa. Esta aparente tontería recibió desde entonces el nombre de “regresión hacia la mediocridad” y que ahora llamamos, de forma políticamente correcta, “regresión a la media”.

Pero… ¿y todo esto a qué viene? Bueno, empiezo por el principio. Si sueles leer esta columna y, por ejemplo, mis dos últimos artículos te parecieron geniales… este imagino que te parecerá mediocre y viceversa, si el último -por ejemplo- te pareció un peñazo que ni siquiera acabaste, espero este te parezca inspirador. Y sigo…

En economía sucede un poco -mejor dicho “mucho”- eso de que las cosas tienden a volver a su cauce, a la media. Una economía o unas acciones crecen según una tendencia. Eso no quiere decir que no puedan tener explosiones hacia arriba (lo llamamos “expansión”) o depresiones (lo que vendríamos a llamar “crisis”).

En Eivissa tuvimos una última temporada de ensueño que fue la de 2016 en la que se produce una confluencia planetaria, que no necesito enumerar porque es de sobra conocida. La temporada 2017 fue un poco peor y la de 2018 un poco (más) peor. El resto de Balears siempre nos sigue con una temporada de distancia.

Tarde o temprano -siempre tarde- los economistas más académicos que yo le encontrarán una explicación y nos la mostrarán en sus gráficos. Algo que los economistas de lo cotidiano -como el que suscribe- ya vemos en la calle. El ciudadano lo llamará disminución de salario o desempleo, el empresario pérdidas o cierre. Todo ello no será más que una nueva regresión a la media de la economía de la que ya te puedes ir preparando, salvo que creas que los hijos de Messi o Cristiano Ronaldo serán mejores que sus padres, algo que no ha pasado nunca.