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Las pymes son una parte fundamental de nuestro tejido empresarial. Suponen cerca del 90% del total de empresas, aportan el 50% del PIB y proporcionan más del 70% de los puestos de trabajo.

Para dar respuesta a los problemas de crédito y liquidez, en febrero de 2006, es decir poco tiempo antes de iniciarse la grave crisis que hemos padecido, y bajo la supervisión de la CNMV e integrado dentro de Bolsas y Mercados Españoles, se constituyó el MAB para ampliar las opciones de financiación de las pymes y con el objetivo de que una mayor diversificación de las fuentes de financiación reduciría los riesgos y haría a las empresas menos vulnerables a los ciclos bancarios.

El MAB (Mercado Alternativo Bursátil) o mercado junior es la bolsa de las pymes y de aquellas empresas que carecen de estructura o por su tamaño no pueden cotizar en las bolsas, pero que buscan financiación en un mercado oficial de valores que aporte prestigio, notoriedad y visibilidad de la compañía ante analistas, inversores, clientes... es decir ante los llamados stakeholders de su entorno económico-financiero, con objeto de apoyar sus proyectos de desarrollo y expansión.

Característica común para todas las empresas con cotización pública, sean en el mercado continuo o en el alternativo, es la transparencia y la publicidad sobre el funcionamiento del negocio sin reparar que los inversores del MAB presentan unos rasgos de mayor propensión al riesgo, buscan empresas más jóvenes (TIC, ciencias de la salud, etc.) orientadas al medio/largo plazo que les permita beneficiarse del crecimiento previsible, es decir, hablamos de un horizonte temporal para invertir en este tipo de empresas no inferior a los 2/3 años.

Si el MAB es el vehículo apropiado para pymes en expansión, los inversores ideales son los family offices, fondos de inversión/pensiones, sicavs, etc., dispuestos a obtener una rentabilidad similar al capital-riesgo, asumiendo un límite de riesgo de liquidez.
Los principales requisitos de admisión y registro exigibles a la empresa para acceder al MAB es que disponga de un free float equivalente al menos de 2 millones de euros, sin definirse el número mínimo de accionistas; disponer de cuentas auditadas en los últimos tres ejercicios; disponer de un asesor registrado y nombrar un proveedor de liquidez.
Actualmente en el MAB cotizan diversos segmentos de sociedades: a) empresas de baja capitalización y en expansión; b) socimis; c) sicavs; d) entidades de capital riesgo y e) sociedades de inversión libre.

Nuevos tiempos, nuevas opciones en las fuentes de financiación de las pymes y lo que hace unos años la estructura financiera dependía únicamente de los bancos ha ido evolucionando con los mercados bursátiles de “crecimiento”, como el MAB, y la irrupción de las tecnologías financieras o fintech con exitosos productos (crowdlending, P2P, CLO, etc.) y cuanto más crezca la financiación, tradicional o en el variado abanico de productos alternativos, mejor será la salud de la economía.