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Uno de los aspectos que más literatura ha suscitado en el campo del análisis económico es el estudio de la actividad económica y, de forma especial, las características e intensidad de las continuas fluctuaciones.

Dadas las dificultades para calcular la evolución del PIB, especialmente en economías pequeñas como la balear, una alternativa es construir unos índices, llamados de difusión, en base a agregar indicadores representativos de la actividad económica. La característica más diferencial y significativa de este índice es que no se limita a ver la situación en un momento concreto de la economía, sino que permite predecir cuál va a ser su evolución en el futuro.

En este sentido, los índices de difusión se definen como el porcentaje de indicadores analizados que en un momento determinado experimentan un crecimiento y de estos, cuáles experimentan una aceleración, es decir un crecimiento superior al del mes anterior. La fiabilidad del índice depende del número de indicadores empleados y de su representatividad respecto de la evolución de la economía. En concreto, para construir los índices de difusión de nuestra actividad económica, en el Cercle se han usado una batería de 41 indicadores representativos de la economía de las Islas, expresados en frecuencia mensual, y que cubren todos los sectores de actividad. Analizando la evolución de este índice de difusión desde el año 2005, puede observarse que la economía balear ha experimentado durante los últimos años, recesiones y crecimientos notables. Desde febrero de 2014, el porcentaje de indicadores que crecen sobrepasa el umbral del 50%, por otra parte, el porcentaje de indicadores que se aceleran ha fluctuado por encima y por debajo del 50%, sin definir claramente si nos encontrábamos en un periodo de expansión o desaceleración.

Sin embargo, desde 2017 parece consolidarse una cierta desaceleración de la actividad económica en Balears y por tanto una previsión de menor crecimiento anual de la economía.