Usted ya era vicepresidente, ¿se ha encontrado con alguna sorpresa?
No. Yo era vicepresidente con Rafael Ballester y la línea de trabajo es la misma.
Entiendo que usted intentará imprimir a Afedeco su sello personal.
Mi sello personal es mi manera de ser. Soy una persona muy abierta, a la que gusta hablar con la gente, vivir la ciudad, nuestros pueblos, nuestros mercados, las fires... Quiero conocer de primera mano las cosas. No me gusta que me lo cuenten. Y me siento especialmente satisfecho de trabajar en equipo. Quiero que mis compañeros se sientan una parte muy importante del proyecto. Quiero crear ilusión y confianza.
¿Cómo valora la situación de Afedeco?
El gran problema que tenemos las patronales hoy en día es la administración. Están haciendo un trabajo que teóricamente hemos de hacer nosotros.
¿No es al revés? ¿Las patronales hacen en ocasiones el trabajo que correspondería a la administración?
Nosotros somos los que realmente sabemos qué necesita el comerciante. La diferencia más importante es que conocemos perfectamente nuestro comercio. La administración hace campañas que si las hiciéramos nosotros, obtendríamos mejores resultados con mucho menos dinero.
¿Es dura la competencia con las otras patronales de comercio?
No debe haber competencia. De hecho, con Pimeco estamos haciendo muchas cosas juntos. Tenemos muy buena relación. Afedeco se sostiene sobre tres grandes patas: la asesoría, la formación y las campañas. Estamos montando un buen servicio de asesoría, potenciándolo con el objetivo de dar un excelente servicio. En cuanto a la formación, la realidad es que hace años que tenemos una buena oferta. Ahora, nuestra gran ilusión es montar una Escuela de Comercio. Está en una fase embrionaria, pero sería un gran paso. Nosotros solos no podemos. Necesitamos la colaboración de la administración. Finalmente, las campañas son una constante que intentamos mejorar.
¿Cuál es el principal déficit formativo del personal de comercio?
Los idiomas, la atención al cliente, el escaparatismo. El comercio está en constante evolución. Otro de los proyectos que tenemos en Afedeco, aunque no a corto plazo, es poder ofrecer cursos de formación digital. Han de ser cursos muy atractivos y consideramos que de corta duración.
También han puesto en marcha el Club Afedeco.
El Club Afedeco debe ser una herramienta útil para los comerciantes. Es una fórmula para que todos los comerciantes nos conozcan. Evidentemente, será más económico para nuestros asociados, aunque está abierto.
Hoy en día, ¿el comercio electrónico es el enemigo?
No. Es evidente que nos hace daño, pero no debemos generalizar. Internet debe convertirse en una oportunidad. Años atrás, cuando se instaló en Palma, El Corte Inglés era el rival. Hoy, ya es comercio de proximidad. Ahora, internet es el enemigo porque le tenemos miedo. Desde Afedeco queremos crear una plataforma para que todos nuestros asociados puedan ofrecer sus productos en la red. Estamos trabajando en este sentido. Internet debe ser un aliado.
¿Qué hay que hacer con el alquiler vacacional?
Al prohibirse en Palma ha creado malestar entre los comerciantes. El alquiler vacacional era un motor para la economía de la ciudad. La gente que utiliza el alquiler vacacional hace vida en la ciudad y compra en los comercios.
Mucho se ha hablado de convertir Palma en un centro comercial abierto.
Es uno de los grandes proyectos que tenemos en Afedeco. Tenemos un proyecto realizado. Queremos convertir Palma en el gran centro comercial a cielo abierto. Queremos que tenga una imagen común, unas inversiones comunes. Daríamos vida a la ciudad. Es un proyecto muy ilusionante para los comerciantes, para la administración y para los ciudadanos.
¿Qué hace falta?
Necesitamos que la administración se involucre. Necesitamos financiación. Se ha de zonificar Palma y hemos de crear los flujos de recorrido, se ha de pensar dónde estarán las entradas...
Otra cuestión: ¿qué debe hacerse con las rebajas?
Desde Afedeco pedimos que se regulen. Ahora estamos creando un flujo de gasto, entre las rebajas y el black friday, en unos meses en los que ya se gastaba, que son antes de Navidad. Esto genera que en enero cada vez se gasta menos.
¿Cómo debe solucionarse el problema de los top manta?
Nos perjudica mucho. Es un problema social. Hay que atacar a la mafia que hay detrás de los vendedores.