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Aunque el mundo de las redes sociales nos acompaña desde hace unos 16 años, a diario, no para de cambiar. Son cambios que en la mayoría de los casos nos pasan inadvertidos, pero si hiciéramos una línea del tiempo de implementaciones de cada red veríamos cómo han ido evolucionando con algunas funciones que usábamos mucho y que ahora apenas recordamos.

Canales como Google+, Vero, Path, Foursquare (ahora Swarm) y otros... han tenido “su momento” y o bien han desaparecido o bien se han dejado de usar masivamente.

Lo mismo sucede con Vine, que llegó a crear una gran comunidad de creadores/influenciadores: los viners. Vídeos de hasta 6 segundos que se repetían en loop, en un timeline cronológico. Una especie de Instagram de vídeos en bucle.

Vine fue creada por Dom Hofmann, Rus Yusupov (actualmente CCO de HQTrivia) y Colin Kroll en junio de 2012 y en octubre de ese año fue comprada por Twitter por unos 30 millones de dólares. Se lanzó el 24 de enero de 2013 para iOS y el 3 de junio de ese año para Android.

Fue la app de mayor crecimiento del momento. Twitter la compró en una apuesta por el vídeo dentro de su plataforma. Esa compra quizá fue el motivo de frenar su desarrollo y tan solo unos años después, en 2016, Dorsey, CEO de Twitter, decidió “deshacerse” de ella.
Los fundadores estaban molestos e incluso llegaron a tuitear que nunca vendieras tu startup a una gran compañía, y prometieron volver a lanzar un nuevo Vine.

Ese momento ha llegado, tras anunciarlo ya hace unos meses. Byte, “la nueva Vine”, ha visto la luz con una beta a un primer grupo de 100 usuarios de “friends and family” y anuncia su llegada a iOS y Android para esta primavera.