Pese a que el trading y la inversión guardan muchas similitudes, tienen más diferencias de lo que pueda parecer. Por ejemplo, la inversión suele ser a largo plazo, de manera que se compra el activo para mantenerlo durante un tiempo e intentar que nos dé un rendimiento más o menos constante, a través de dividendos o de la revalorización del valor.
El trading tiene una connotación más especulativa, de corto y medio plazo, comprando y vendiendo en semanas, días e incluso minutos para lograr pequeñas rentabilidades y estar al tanto de cada oportunidad que nos brinda el mercado.
Para estos fines especulativos, en el trading han proliferado multitud de instrumentos financieros más complejos que los activos tradicionales, como por ejemplo los instrumentos derivados, como los CFDs o contratos por diferencia, que permiten aprovechar las caídas en los mercados. Además, estos instrumentos permiten operar con apalancamiento de manera que podemos abrir órdenes de mayor valor con un pequeño capital.
¿Qué necesitamos para practicar trading?
Hoy en día, practicar trading está al alcance de cualquiera desde el salón de casa. Tan solo se necesita un ordenador, una tablet o un smartphone conectados a Internet. El siguiente paso es abrir una cuenta de trading con un bróker y empezar a operar con su plataforma de trading.
El bróker es el intermediario que permite que nuestras órdenes lleguen al mercado. Es importante elegir un bróker fiable y regulado, que esté autorizado a operar en el país donde nos encontramos y que tenga un buen servicio de atención al cliente. También es recomendable que ofrezca un servicio de formación para estar al día de cómo se utilizan los indicadores o para practicar trading de una manera más segura, con mayor preparación.
Una vez que tenemos nuestro ordenador conectado a Internet y hemos abierto nuestra cuenta de trading, ahora solo debemos seguir los siguientes pasos para operar minimizando los riesgos:
■ Plan de trading. Un plan de trading te ayuda a entender cuándo abrir una orden y cuándo no. También te ayuda a organizar tus pensamientos y enfoque, para que puedas ser más consistente. Se trata de una guía en la que estableceremos nuestros objetivos y estrategias y que también nos ayudará a aprender de nuestros errores.
■ Gestión de riesgos. La mejor manera de gestionar tus riesgos es comenzar a practicar tus estrategias con una cuenta de demostración con dinero virtual, que los brókers suelen ofrecer de manera gratuita. El siguiente paso es operar con dinero real utilizando herramientas de gestión de riesgos como el stop loss, que permite cerrar la operación cuando el mercado va en tu contra, o el take profit, que permite cerrar la posición con beneficios antes de que el mercado se dé la vuelta.
■ Relacionado con los dos puntos anteriores, los traders tienen que tener muy claras las respuestas a ciertas preguntas: con qué riesgo te sientes cómodo; cuánto tiempo puedes dedicar al trading; cuántas estrategias puedes controlar e implementar; por qué quieres practicar trading; qué estilo de trading, qué herramientas y con qué indicadores te gusta trabajar
■ Si utilizas apalancamiento, recuerda elegir el nivel más adecuado a tu perfil de riesgo para evitar perder más de lo que te puedes permitir. Muchos traders utilizan demasiado apalancamiento sin tener en cuenta que si la posición termina siendo negativa, sus pérdidas se multiplicarán en la misma proporción que el apalancamiento elegido.