La Residencia de Estudiantes de la Universitat de les Illes Balears (UIB) tiene abierto el plazo de inscripciones para el curso 2021-22 hasta el día 28 de julio. Se ofrecen 97 habitaciones individuales con baño completo a partir de 540 euros al mes, con alojamiento cada día de la semana.
La residencia dispone de unas instalaciones pequeñas, que permiten evitar las aglomeraciones. También se contemplan medidas extraordinarias en caso de que, a partir del otoño, fuera necesario por la evolución de la pandemia.
Como novedad, a partir de este año la preinscripción se realizará solo mediante la página web de la Residencia de Estudiantes, que dispone de un formulario de solicitud de plaza.
El protocolo de prioridad que regula el proceso de asignación de plazas es el siguiente: renovación de plaza de residentes; acceso de hermanos o hermanas de residentes actuales; estudiantes procedentes de Formentera, Eivissa y Menorca, y finalmente el resto de solicitudes. En caso de no haber plazas suficientes, la lista de admitidos se ordenará según la calificación de PBAU + bachillerato.
Las tarifas básicas se pueden complementar con las opciones de media pensión -se puede elegir entre almuerzo o cena- o de pensión completa. Los servicios complementarios y precios se pueden consultar en la web www.residenciauib.es
Todos los regímenes de alojamiento incluyen un desayuno completo, servicio de limpieza un día a la semana, calefacción, conexión wifi, acceso a las instalaciones deportivas de CampusEsport y servicios de electricidad, agua y seguridad. Además, como consecuencia de la pandemia por SARS-CoV-2, la Residencia UIB ha implantado nuevos protocolos preventivos para asegurar que se trata de un espacio seguro y libre de COVID-19.
“Hemos aplicado protocolos según las normativas sanitarias y no hemos tenido ningún brote de COVID-19”, señala Marta García, directora de la residencia de la UIB.
Eso sí, la normalidad de unas intalaciones de jóvenes universitarios se ha visto trastocada. “Los usuarios de la residencia se consideran no convivientes, así que deben llevar siempre mascarilla en las zonas comunes. Durante el curso pasado no se permitieron visitas ni se podían juntar en las habitaciones, pero ahora ya se ha restablecido esta situación. Sabemos los protocolos de limpieza de habitaciones que debemos seguir si hay una persona aislada por contacto estrecho o por positivo. Y también ha cambiado el funcionamiento tradicional del comedor, donde ya no hay buffet en el desayuno y se han sustituido las jarras de agua por fuentes. Asimismo, hemos intalado detectores de CO2 en las zonas comunes”, señala García.
La previsión es que la residencia tenga una gran demanda para el próximo curso, tal y como ya ha sucedido en los últimos años.