Carolina Quetglas es la directora general de BQ Hoteles, cuyas oficinas tienen vistas panorámicas al Passeig Marítim de Palma. Cuentan con 13 establecimientos en Mallorca y Andalucía.

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Carolina Quetglas, directora general de BQ Hoteles, es la presidenta de la Agrupación de Cadenas Hoteleras de Balears desde el pasado catorce de julio. Todavía tiene muy presente el vía crucis que supuso el cierre de los establecimientos y trabaja en los grandes cambios que ha provocado la pandemia dentro de los hoteles. Vicepresidenta con Gabriel Llobera, asumió la máxima responsabilidad con naturalidad, como un nuevo reto personal, una oportunidad para continuar creciendo.

¿Por qué decidió presentarse a la presidencia?
Me lo pidieron y no pude decir que no. Es un honor y una enorme responsabilidad.

Directora general de BQ Hoteles y presidenta de la Agrupación de Cadenas, ¿tendrá tiempo para todo?
Es un reto personal. Me obliga a salir de mi zona de confort. Es cierto que ser directora general de BQ Hoteles y estar en el consejo de administración de Viajes Sidetours me lleva muchísimo tiempo, pero también lo es que mis hijas han crecido y ya no requieren tanto tiempo como años atrás. Soy una persona vital y pensé que sería un gran desafío.

¿Cómo son las relaciones de la Agrupación de Cadenas con la Federación Hotelera?
Tenemos unas relaciones excelentes. Estamos alineados e incluso compartimos algunos servicios.

¿Cómo van las negociaciones del convenio de hostelería?
No han empezado. El convenio está vigente hasta marzo.

Diferentes factores hacen pensar que no será fácil llegar a un acuerdo en esta ocasión…
El último convenio tampoco fue fácil. Así y todo, firmamos un convenio que contemplaba una subida muy alta, de un 17% en cuatro años, aunque finalmente será en cinco años por culpa de la pandemia. Lo hemos cumplido en una situación muy complicada. En estos meses, los hoteleros estamos con la operativa propia de la temporada. Ya habrá tiempo de pensar en el nuevo convenio.

¿Hay masificación en Mallorca? ¿Solo es una sensación? ¿O no existe?
Parece evidente que la sensación puntual de masificación existe. No entiendo este debate que existe ahora con la masificación. Venimos de dos años en los que no teníamos turismo, de estar deseosos de que retornaran los visitantes, ahora los tenemos y tampoco va bien. Los hoteleros, cuando se hablaba del alquiler vacacional, de la posibilidad de legalizarlo, avisábamos del problema que podía existir. El boom de plazas turísticas ha llegado en los últimos años. Y de golpe. Hay que considerar también el incremento de la población y el hecho de que no se han redimensionado las infraestructuras que necesitamos.

¿Vienen demasiados turistas?
No. No creo que vengan demasiados turistas. Está claro que hemos de crecer en valor y no en volumen. Creo que falta una gestión eficiente por parte de las administraciones. Si no ponemos más medios de transporte, mejores carreteras, mejores depuradoras… podemos tener problemas.

Ampliar no siempre es la solución.
Poner más líneas de transporte, lanzaderas desde el aeropuerto… es necesario. Y también es necesario contar con depuradoras dimensionadas a la presión humana que tenemos hoy. Hay que gestionar mejor. Ahora bien, yo no defiendo un mayor consumo de territorio.

¿Es necesario limitar el número de turistas?
Nosotros somos hoteleros. Las plazas hoteleras se limitaron años atrás con el PIAT. En los últimos veinte años ha habido algún aumento limitado de plazas hoteleras, pero el gran boom ha sido del alquiler vacacional. Además, la Ley Turística fija una moratoria. Es decir, que las plazas hoteleras ya están limitadas. No hay que limitarlas más. No puede olvidarse que son precisamente las plazas hoteleras las que dan trabajo de calidad y que durante el verano se ha alcanzado el pleno empleo.

¿Pero no le parece que el PIAT permite que el número de plazas aumente en demasía?
No.

Entiendo que está en contra del decrecimiento.
La palabra decrecer desde el punto de vista económico jamás me parecerá bien. No estoy nada a favor. No creo que hayamos de decrecer.

¿Y si decrecemos en plazas de alquiler vacacional?
Hace tiempo que los hoteleros estamos en contra de la proliferación del alquiler vacacional. El gran problema son los plurifamiliares. Estábamos en contra antes de que se aprobara. Es lo que ha creado el caos en muchos lugares. No estábamos preparados.

¿Qué le parece la nueva Ley del Turismo?
Los hoteleros vamos por delante del Govern en la apuesta por la sostenibilidad. No era necesario que se regulara. Respecto a la moratoria entiendo que no era necesaria, puesto que el PIAT ya limita el crecimiento de plazas. Hay algunas obligaciones curiosas, como la de contar con un doble pulsador en los depósitos de agua. La inmensa mayoría de los hoteles ya lo tienen. El auténtico problema es la gran cantidad de agua que se pierde en las canalizaciones. En algunos municipios, el porcentaje de agua que se pierde es muy preocupante. ¿Hay que apostar por la sostenibilidad? Nosotros lo hacemos, pero no puede ser que en las redes de suministro se pierda tanta agua.

¿Debería acotarse el número de vehículos de alquiler?
No lo sé. No debería preguntarmelo a mí. En todo caso, el coche de alquiler es la solución que encuentran los turistas ante la ausencia de un transporte público eficiente.

¿Qué balance hace de la temporada?
Los datos de gasto turístico son excelentes. En el pasado julio se gastaron más que en el mismo periodo de 2019. Y en el acumulado de enero a julio, el gasto turístico también fue superior. Está claro que vamos por el buen camino y que el hecho de que la inmensa mayoría de los hoteles están reformados es importante. En general, la temporada ha sido buena. Comenzó con muchísima incertidumbre, pero las cifras de ocupación han sido buenas. En agosto, entre el 92% y el 95%. Las perspectivas para septiembre y octubre son buenas.

Pero en julio llegaron a Mallorca menos turistas que en 2019.
Y también ha descendido el número de turistas internacionales en Balears. Si tenemos más gasto y menos turistas… yo diría que estamos en el buen camino. Deberíamos aprovechar la tecnología para dar a conocer en qué lugares hay un exceso de gente. Debería controlar los flujos de turistas.

Y en noviembre, todo cerrado.
Somos los primeros interesados en mantener nuestras puertas abiertas. Nos basta no perder para mantener nuestros establecimientos abiertos, pero no es fácil. Si no hay aviones no pueden venir turistas.

¿Debe continuar promocionándose Mallorca como destino turístico?
Sí. Claro. El sol y playa hace mucho tiempo que ya no se promociona en Mallorca. Sea como sea, no podemos dejar de hacer promoción. La Coca-Cola no deja de hacer publicidad. Nosotros apostamos por promocionar la temporada baja y todos aquellos nichos de mercado que pueden aportar turistas como el senderismo, el cicloturismo, la gastronomía, el MICE… La promoción debe ir encaminada a prolongar la temporada, a mantener los establecimientos abiertos durante más meses para poder así ofrecer más meses de empleo a nuestros trabajadores. Es fundamental ofrecer nueve meses de trabajo como mínimo para retener el talento en las empresas.

¿Qué perspectivas hay para la temporada que viene?
Hay mucha incertidumbre. Son muchos los factores que hacen pensar que en el mejor de los casos llegará un estancamiento económico, aunque también es probable que Alemania y Gran Bretaña entren en recesión. Es evidente que una nueva crisis en los mercados emisores afectará de forma negativa a las Islas.

¿Cómo va la venta anticipada?
Es residual. Uno de los cambios que ha provocado la pandemia, precisamente, es que las ventas de última hora son hoy mayoritarias. La planificación hotelera es mucho más complicada, pero hemos de adaptarnos a las nuevas circunstancias. Pensando en la temporada estival del año que viene es absolutamente imposible hacer un pronóstico.