El turismo es la principal actividad económica de Eivissa y Formentera. La temporada es excelente. | Daniel Espinosa

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El último informe de coyuntura económica de la CAEB pone de manifiesto que Eivissa y Formentera siguen liderando el crecimiento económico de Balears. En este sentido, el crecimiento del PIB de las Pitiüses en el primer trimestre ha sido del 7,1% frente al 6,3% registrado en Mallorca y el 5,8% conseguido en Menorca. En todos los casos se trata de datos positivos, pero despuntan los datos alcanzados por las Pitiüses respecto al resto de islas, pues no hay que olvidar que el año 2022 se cerró también con un crecimiento destacable. «La tasa de crecimiento del 7,1% de Eivissa y Formentera es, literalmente, espectacular», explica José Antonio Roselló, vicepresidente de CAEB en las Pitiüses, quien destaca que los registros de Mallorca y Menorca son también «muy buenos y hay que congratularse por ello. Aunque mi vicepresidencia tiene una naturaleza territorial, las Pitiüses, al mismo tiempo como vicepresidente de Balears de CAEB, me alegro mucho por los resultados del conjunto de las islas. Si a todos nos va bien, el conjunto del archipiélago balear saldremos más fuertes», precisa. Sobre por qué Eivissa y Formentera despuntan más que el resto de islas, Roselló precisa que se debe a «una cierta anticipación relativa de los operadores económicos para tomar cuanto antes el tren de la recuperación». Una fórmula que está funcionando, pues a la vista de los datos Eivissa y Formentera serán las primeras en recuperar los niveles previos a la pandemia de coronavirus. «Estamos a 1,7 puntos de alcanzar el nivel prepandemia, que teniendo en cuenta la dinámica actual alcanzaremos antes que el resto de las islas. Para otoño tal vez lo hayamos recuperado, pero tampoco nos hemos de obsesionar con este tema. Estamos muy cerca ya, si nada se tuerce», precisa. En este punto es preciso señalar que Mallorca está un 3,5% por debajo de los niveles de prepandemia y Menorca un 2,3%.

IMAGEN DE MARCA. El vicepresidente de CAEB en las Pitiüses destaca que desde principio de este ejercicio hay mucha ilusión y esperanza en la recuperación económica entre los diferentes agentes económicos y sociales. «Los estudios de prospectiva de las empresas, ratificados durante el primer cuatrimestre de este año, por las noticias de los mercados por ejemplo en las ferias, han sido muy positivas y de ahí la expectativa de una gran temporada», explica. Todo esto ha generado que haya una dinamización generalizada de la actividad y, a su vez, «tiene efectos positivos en los demás sectores. «La situación económica actual se caracteriza por una gran ilusión en que las cosas irán bien», apunta Roselló, quien sí que advierte de que «hay que saber manera el éxito con prudencia y de tal manera que no acabe volviéndose en nuestra contra. Ésta es una cuestión de calado». En este contexto, según añade, recordó que Eivissa y Formentera son «consideradas como una entidad, que han sido capaces de generar ‘imagen de marca', que es un intangible esencial fruto del esfuerzo colectivo de muchos años». En este sentido, ésta es la principal diferencia respecto al resto de islas. De ahí el ‘despunte' económico de las Pitiüses. Así, la imagen de marca de las Pitiüses «es quizá un factor diferencial dentro del archipiélago. Por eso es esencial acertar en el buen manejo del éxito y que no se suba a la cabeza. Como todo en la vida, también en esta cuestión es y ha sido difícil subir y sería un drama no saberse mantener. La reputación se gana día a día», aclara Roselló.

El análisis por sectores pone de manifiesto que todos han registrado datos positivos, pero especialmente el sector servicios, con un crecimiento del 6,8%. «El sector servicios, por la propia estructura de la economía, es el líder. Y dentro del mismo las actividades vinculadas con el turismo». Y es que tal y como recuerda Roselló, el turismo es un «sector de síntesis, que abarca una serie de actividades más allá de la propiamente de alojamiento». Por esta razón, «si el turismo va bien, los efectos difusores positivos se extienden al conjunto de la economía. Siempre ha sido así». Y añade: «Si las actividades directamente ligadas al turismo fallan, todo se ve afectado».

TEMPORADA Y PRECIOS. Respecto al arranque de temporada, destaca que «ha sido muy bueno», pues se ha producido una mayor recuperación de la actividad turística en los meses de invierno en relación con el resto de islas. «El invierno ha marcado una tendencia que se ha visto ratificada en las expectativas que los profesionales del sector han extraído de las ferias. De seguir por esta línea, todo el mundo espera una temporada alta muy buena». En cuanto a si podría haber un estancamiento en las reservas de temporada alta por el aumento de precios, Roselló recordó que los precios «son resultado de una dinámica de mercado». Y recordó que en el ámbito turístico y, en general en el económico, están confluyendo dos olas o tendencias en el que hay una que «juega en contra, pero enfrente hay otra ola, hasta la fecha muy potente, que se conoce en economía como el ‘efecto catch up' o de recuperación de tiempo perdido después de la pandemia. Es más bien un asunto de naturaleza sociológica con efecto directo en la economía. De momento, en este choque de olas predomina la segunda e, incluso, hay analistas que consideran que este efecto será permanente y, por tanto, el turismo tiene un futuro extraordinario».