TWL

El otro día me llamó por teléfono un ordenador para venderme un producto, no sé cuál porque enseguida colgué. Está claro que la inteligencia artificial (IA) está yendo más rápido que la inteligencia humana, especialmente la de los legisladores, que son lo que tienen que crear leyes para evitar malas praxis comerciales. No me quiero imaginar un ejército de algoritmos programados con IA robando datos, como teléfonos de empresas y autónomos publicados en páginas web, haciendo millones de llamadas diarias para ofrecer productos y servicios. Y para los que piensen que ya hay una normativa para evitar esto, no lo están entendiendo, porque no hablo de realizar una venta telefónica «legal», me refiero a los que pasan de las regulaciones amparándose en la clandestinidad, como el «spam» de los correos electrónicos, por lo que se tendrían que establecer grandes sanciones para los que se beneficien de estas prácticas y medidas «técnicas» para evitar que se puedan realizar llamadas telefónicas masivas.

Aunque más siniestras me parecen las llamadas de teléfono que cuando descuelgas nadie contesta, siempre he pensado que podría ser que te estuvieran espiando para saber si estas en casa o no. Reciénteme leí en un artículo que si hablas por teléfono por un breve periodo tiempo se puede clonar tu voz con herramientas de IA y después utilizarla para hacer llamadas a familiares haciéndose pasar por ti solicitando dinero para un rescate, así que ojo con el asunto.

Pero tenemos que pensar en todo lo positivo que la inteligencia artificial puede aportarnos en todos los ámbitos, tanto en lo personal como en lo empresarial. Por ejemplo, en el área del marketing digital, ya que se podrá aumentar la eficiencia de las estrategias, segmentar públicos y manejar campañas publicitarias de forma mas precisa y eficiente. Las herramientas de marketing que utilizan inteligencia artificial permiten aprovechar grandes cantidades de datos para crear nuevas ideas y patrones que de otra manera llevaría muchísimo tiempo procesar.

Y para ello hay que empezar a formarse en estas nuevas herramientas que utilizan esta tecnología, por eso uno de los primeros cursos en incorporar la IA en su programa ha sido el posgrado de Marketing Digital y Redes Sociales de la UIB, innovando así en su apuesta educativa.