Eivissa mira con máxima preocupación el futuro del Imserso. El Gobierno adjudicó todos los lotes de este programa de turismo social a Ávoris, la división de viajes de Grupo Barceló. El concurso fue recurrido infructuosamente por Mundiplan, Soltur y Nautalia, lo que ya de por sí provocó un retraso en el inicio del programa. Finalmente, el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) falló en favor de Ávoris el pasado mes, por lo que Ávoris es quien debe gestionar la totalidad del programa del turismo del Imserso este ejercicio. Tradicionalmente, los primeros turistas empiezan a llegar a Eivissa en octubre, pero en esta ocasión no ha sucedido así debido a los recursos presentados al programa y, finalmente, los viajes empezarán a venderse el 26 de octubre en Balears y en otras nueve comunidades autónomas.
Mientras tanto, los hoteleros de Eivissa siguen reclamando, por el momento sin éxito, que se les mejoren las condiciones económicas. «Las exigencias económicas que los empresarios tienen que asumir son elevadas», destacó Manuel Sendino, gerente de la patronal hotelera de Eivissa y Formentera. Así, desde el sector recalcan que las condiciones de este programa establecen una tarifa de venta por debajo del coste de producción. «No podemos trabajar con el Imserso con pensión completa y todo incluido por tan sólo 26 euros», precisa. En el mejor de los escenarios, los turistas de la tercera edad empezarían a llegar a partir de febrero en el caso de que los hoteleros ibicencos decidan finalmente abrir sus puertas para trabajar con el Imserso, algo que en la actualidad está completamente en el aire.
IMPORTANCIA. «El turismo del Imserso es muy importante para Eivissa porque son viajeros que vienen fuera de la época central del verano, potencian el invierno y generan una economía circular no sólo en hoteles sino en todo lo que es la oferta complementaria. Son personas que salen a conocer la isla, programan visitas culturales y todo esto nos ayuda a dar a conocer las otras caras de Eivissa y permite cierto movimiento durante los meses de invierno», explica Juan Miguel Costa, director insular de Turismo de Eivissa, quien insiste en que este tipo de turismo «es un buen complemento a la temporada. Hay cinco meses al año en los que la actividad turística es baja y esto nos ayuda, además, a mantener ciertas conectividades aéreas», precisa.
Conscientes de que los hoteleros de Eivissa no pueden trabajar con el Imserso por debajo del precio de coste, el Consell d'Eivissa y los ayuntamientos de Santa Eulària des Riu y Sant Antoni de Portmany, que son los dos municipios en los que recala el Imserso, colaboraron económicamente el pasado invierno para ayudar a mejorar las condiciones. Así, acordaron hacer una aportación de dos euros por persona y pernoctación a los hoteles que participaron el invierno pasado en este programa de turismo social. «Hicimos un esfuerzo el último año junto a Santa Eulària y Sant Antoni para complementar ese dinero que se le escapa al hotelero para poder llegar como mínimo a cubrir costes, no lo conseguimos con la aportación que hicimos, pero minimizamos al máximo las pérdidas que pudieron llegar a tener», explica Costa, quien señala que, por el momento, no se ha evaluado si se repetirá esta aportación económica en el presente invierno ya que el primer paso es ver qué hoteles se adhieren al programa del Imserso. En este punto es preciso reseñar que la mejora de las condiciones del Imserso es una de las cuestiones que ha tratado la máxima institución insular varias veces con el Gobierno central.
SANTA EULÀRIA. En la isla de Eivissa, el municipio de Santa Eulària des Riu es quien principalmente trabaja con este tipo de turismo, pues es el que tradicionalmente suele tener más hoteles abiertos que prestan servicio. En el pleno del pasado mes de septiembre, el equipo de gobierno del PP, liderado por la alcaldesa y responsable de Turismo, Carmen Ferrer, presentó una moción de acuerdo por la cual pedían el apoyo al resto de grupos políticos para reclamar al Gobierno central que garantice la continuidad de este programa de turismo social. No es la primera vez que reclaman esto mediante la unanimidad del pleno, pues ocurrió lo mismo en noviembre de 2022. Como datos a tener en cuenta, en la campaña del invierno pasado el turismo del Imserso aportó a Santa Eulària des Riu un total de 129.211 pernoctaciones repartidas en seis hoteles. En estos seis hoteles se generaron más de 250 empleos directos «y calculamos que los mismos de forma indirecta», precisa Ferrer, quien recuerda que este municipio hace unos años había incorporado entre 12 y 14 hoteles repartidos entre Sant Antoni, Santa Eulària y Vila y «debido al estancamiento del programa, cada vez se han adherido menos hoteles».
En la presente campaña, por el momento no se sabe si abrirán estos seis hoteles o serán menos. «Las condiciones en los últimos años están siendo durísimas para los hoteles y será difícil mantener las condiciones de servicio con los precios que se proponen al hotelero. Ya en la campaña anterior las instituciones locales, ayuntamientos y Consell, tuvimos que intervenir para mantener el programa. En Santa Eulària, hemos avanzado 390.000 euros para dar apoyo a las empresas que participaban en ese programa con el equivalente a unos dos euros por estancia. Espero que haya un cambio en la propuesta económica por parte del Ministerio de Turismo pero, de todas formas, eso no creo que afecte a esta campaña», explica Carmen Ferrer, quien afirma que «viendo los recursos que ha habido sobre las propuestas de adjudicación del programa y los retrasos del mismo, no confío en que empiece antes de febrero 2024 en nuestra isla».
Además de reportar beneficios a la Villa del Río, la alcaldesa y titular de Turismo recuerda que éstos se expanden al resto de isla. «Son beneficios para toda la isla porque se alarga la temporada y por mantener unas conexiones con el territorio nacional que no existirían si no fuera por estos programas. Al mantener parte de la planta hotelera supone que se mantienen sus correspondientes puestos de trabajo, activa mucha oferta complementaria para que abra antes o simplemente no cierre…», precisa Ferrer, quien añade que a todo esto se suma la «economía indirecta que genera, como transporte, restauración, excursiones o comercio local. Así provocamos la tan buscada desestacionalización». Se trata de un perfil de viajero muy repetidor y que se sale del circuito marcado por el programa, por ejemplo. En este sentido, recuerda que en la campaña 2018/2019 hubo en total unos 34.500 usuarios del programa y unos ingresos de más de 15 millones para toda Eivissa.