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Este 2023 está siendo, en general, un buen año para las bolsas mundiales. A pesar de sufrir tres meses consecutivos de caídas, las rentabilidades en el año (noviembre está empezando con fuerza) están siendo muy buenas. Sin embargo, no todo en las bolsas ha sido positivo: por una parte porque algunos sectores o empresas concretas han sido las que han llevado a las bolsas a estas subidas tan jugosas. De hecho, las denominadas como las siete magníficas (Apple, Amazon, Alphabet, Microsoft, Meta, NVIDIA y Tesla), por su peso en índices americanos como el Nasdaq o el S&P (también en globales como el MSCI World o MSCI ACWI), son un claro ejemplo.

En este sentido , hay índices que están en negativo en este 2023: un ejemplo muy claro son los de pequeñas compañías. El más famoso es el Russell 2000, donde cotizan las empresas de pequeña y mediana capitalización más relevantes de Estados Unidos. Además, a nivel global, el MSCI Small Caps; en Europa, el EuroStoxx Small; o en España, el Ibex Small Caps.

Se trata de un universo enorme de empresas con características muy poco homogéneas en cuanto a ratios económicos (las hay muy endeudadas y otras que generan caja, las hay que esperan rendimientos en el futuro pero también que lo tienen en el presente). Y en cuanto a sectores podemos encontrar desde pequeñas SOCIMIs en España a tecnológicas punteras a pesar de su pequeño tamaño.

Siendo tan diferentes, el mercado lleva dos años castigándolas indiscriminadamente: en 2022, que cayó todo, no fueron una excepción, y en 2023 se están quedando a la cola en cuanto a las subidas, por supuesto muy atrasadas respecto a las «siete magníficas» y también si atendemos a los índices de los que forman parte.

No es una novedad que el mercado penalice una tipología concreta de empresas, pero en este caso es más fácil que lo haga: es complicado analizar todas estas compañías así que en una época de inflación y de subidas de tipos, el mercado interpreta que estas empresas están muy endeudadas y que tienen poco poder de fijación de precios. Por supuesto, las hay en las que es así, pero no todas.
Este mismo martes, se ha celebrado en Palma el desayuno temático de inversión «Historias únicas capaces de convertirse en los líderes globales del mañana». En él, el socio y director de negocio de Lonvia Capital, Francisco Javier Rodríguez, ofreció las claves para invertir en esta tipología de empresas.

Varias ideas se destacaron: la más importante para el pequeño inversor, tan dado a mirar los resultados por encima de la gestión de calidad (que a su vez da buenos resultados a largo plazo) es que las small caps dan más rentabilidad histórica que el mercado global. Pero hay más: hay dos condicionantes para que el momento sea idóneo, por una parte el freno a la subida de tipos de interés. Si antes se castigó la subida, el freno y la posterior bajada debe beneficiar a estas empresas.

Por otra, y más importante: el mercado premiará a las que habían sido injustamente penalizadas. Es decir, a las que esta coyuntura, a priori mala para este segmento, no les ha afectado y han seguido creciendo. Por tanto, se puede buscar un extra de rentabilidad a una recuperación potencialmente fuerte.