«Si la formación es cara, inténtalo con la ignorancia» una frase que se atribuye a Derek Bok, antiguo presidente de la Universidad de Harvard. Un pensamiento que resume muy bien la importancia de capacitar al personal de las empresas y mantenerlos actualizados. En un entorno tan exigente y cambiante como el actual se tienen que renovar los conocimientos a las nuevas tendencias, como la economía circular, la transformación digital o la inteligencia artificial aplicada a la empresa, entre muchos otros.
En el reciente «Foro de Perspectivas Empresariales», organizado por Banco Santander y Ultima Hora, en el que se abordaron los desafíos y las oportunidades de la economía de las Islas los ponentes concluyeron que la formación de los trabajadores era uno de los retos y palancas claves a las que se enfrentan las empresas de Balears para poder aumentar la productividad y ser capaces de hacer más con menos. Decía Henry Ford que «sólo hay algo más caro que formar a las personas y que se marchen, y es no formarlas y que se queden». Una organización con los conocimientos obsoletos tiene desventaja frente a su competencia.
Muchas de las acciones formativas pueden ser bonificadas por la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE), unos fondos que si no se utilizan se pierden a final de año. Además, la oferta de formación on-line y a distancia se ha acelerado a raíz de la pandemia, por lo que de cada vez hay menos excusas para no adquirir nuevos conocimientos y competencias. Los conocimientos de ayer no son suficientes para enfrentarse a los retos de hoy, por lo que la formación continua de los trabajadores y de los empresarios es en mi opinión una condición indispensable para alcanzar el éxito personal y profesional.