El aspecto exterior del establecimiento está previsto que sea muy similar, sino idéntico, al original. | T. AYUGA

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El fondo andorrano Emin Capital compró el hotel Formentor al Grupo Barceló a finales de 2020 por un montante de 165 millones de euros. La operación incluía la finca de 1.200 hectáreas. Barceló Hotels & Resorts adquirió el Hotel Formentor en 2006 por 36 millones de euros y en 2008 llevó a cabo una inversión de 20 millones de euros para su reforma.

La nueva propiedad informó de que la prestigiosa marca Four Seasons explotaría el hotel. El Four Seasons Formentor está previsto que abra sus puertas el próximo tres de junio. Las obras de reforma estaban inicialmente valoradas en 70 millones de euros. El prestigioso Estudio Lamela ha sido el encargado del proyecto, que mantiene el trazo blanco de la fachada. El nuevo hotel reduce su número de habitaciones de 123 a 110. Además, las instalaciones contarán con cuatro restaurantes, incluyendo una propuesta gastronómica de cocina Nikkei con el interiorismo del estudio Lázaro Violán. El hotel pondrá a disposición de sus huéspedes un spa, que es fruto de la colaboración entre Raison d’Etre y Gilles & Boissier.

El interiorismo del hotel fue encargado al estudio Gilles & Boissier, que ha intentado preservar la autenticidad de la construcción. Además, la sostenibilidad estará muy presente en el establecimiento. De hecho, ya ha sido un elemento esencial durante la construcción. En este sentido, el Formentor será el único hotel de Mallorca en lograr la certificación medioambiental Leadership in Energy & Environmental Design Gold.

La polémica ha marcado desde el primer momento las obras de reforma impulsada por Emin Capital. En un primer momento, la intención de la nueva propiedad de acogerse a las facilidades del Govern para impulsar las reformas hoteleras, que permitían incrementar en un 15% la edificabilidad.
La reforma o remodelación se convirtió con el paso de los meses en una demolición integral y en una reconstrucción de un nuevo edificio. La justificación fue el mal estado en el que se encontraba la estructura del hotel, que hacía del todo inviable realizar la reforma inicialmente prevista. De esta manera, primero se derribó todo el interior del establecimiento y, posteriormente, también cayeron las paredes exteriores. La polémica estaba así servida.

Diferentes grupos políticos con representación en el ayuntamiento de Pollença han asegurado que las licencias otorgadas no permitían las actuaciones llevadas a cabo. En este sentido, parece claro que si el hotel ha sido derribado por completo es necesaria una licencia de obra nueva, que hoy por hoy no se otorgan en la península de Formentor por su peculiar situación urbanística.

La propiedad, según explicaba Ultima Hora el pasado octubre, tenía pendientes tres licencias de obras, aunque el alcalde de Pollença, Martí March, explicaba que cuando reciban toda la documentación solicitada podrían emitirse en un plazo que puede ser de entre 7 y 10 días. Emin Capital pretende también poner en valor la finca que alberga el hotel de 1.250 hectáreas.
El viñedo, que ocupa siete hectáreas, fue uno de los primeros espacios intervenidos con la transformación del cultivo hacia prácticas 100% ecológicas. En el viñedo se cultiva la uva blanca, con las variedades autóctonas prensal blanc, malvasía y giró ros, además de la variedad francesa viognier. Hay también uva negra con las variedades autóctonas callet y gorgollasa, y las francesas cabernet sauvignon y sirah. La propiedad pretende que la producción de vino se consuma en el propio hotel Four Seasons Formentor.