TWL

La temporada de resultados empresariales prácticamente ha llegado a su fin en Estados Unidos y, una vez más, han sido espectaculares a pesar del periodo de inflación y de altos tipos de interés en los que nos movemos. La puntilla la ha dado la diseñadora de semiconductores NVIDIA, que ha vuelto a presentar unos números estratosféricos. Son, sin duda, unos resultados excelentes. En las últimas semanas hemos hablado de Inteligencia Artificial, en general, y semiconductores, en particular, y en ambos artículos la compañía norteamericana ha tenido protagonismo así que en esta ocasión no profundizaremos en su potencial pero sí en las consecuencias hacia los índices. Desde la presentación de resultados (el jueves día 22) hasta el momento de escribir este artículo, NVIDIA ha subido un 20% lo que ha pesado de forma positiva en los dos índices americanos que la tienen.

Tanto S&P como Nasdaq tienen un peso importante en esta compañía, siendo la segunda y tercera posición de cada uno de estos dos índices con lo que el impulso que le ha dado de forma directa ha sido muy fuerte. Si a eso sumamos el contagio hacia otras empresas relacionadas con semiconductores (QUALCOMM, Marvell, Analog Devices, Micron o AMD también han subido con mucha fuerza estos días) son una parte muy importante del motivo que explica los nuevos máximos históricos alcanzados por estos dos índices bursátiles.

De hecho, tanto Dow Jones como Russell 2000 (índice de «pequeñas y medianas» empresas) no están en máximos. Sí que llegó hace unos días el primero, además batiendo momentáneamente una marca tan mediática como los 40.000 puntos. Sin embargo desde entonces ha recortado con fuerza: la ausencia de grandes empresas tecnológicas entre las que más pesan (a excepción de la popular Microsoft, que es la tercera posición) ha lastrado en gran medida estos días. De hecho, consiguiendo rentabilidades muy buenas en los últimos meses, se ha quedado algo rezagado respecto a los otros dos «grandes».

El Russell 2000 lleva una dinámica muy diferente: a pesar de tener cierto peso en tecnología y su primera posición ser la empresa que más ha subido este año del S&P (Super Micro Computer), las tiene muy diluidas y con un ratio de deuda más alto. Evidentemente, en épocas de subidas de tipos de interés las empresas más endeudadas sufren por un incremento de costes financieros (los intereses «extras» que pagan) y por lo tanto su valoración baja. Sin embargo, es un punto a analizar con más profundidad: hay pequeñas y medianas empresas (no confundir con pymes, este concepto en bolsa americana engloba a compañías que podrían entrar en el Ibex sin problema), que realmente tienen poca deuda, generan beneficios recurrentes y el mercado las ha castigado por el hecho de ser pequeñas y «supuestamente» afrontar peor entornos de inflación y de subida de tipos. Aunque parezca mentira, es imposible que las gestoras puedan valorar todas estas empresas y van casi todas «al mismo saco», algo que la Inteligencia Artificial podrá subsanar (ya está en marcha) de forma importante permitiendo un análisis más certero y menos genérico y potenciar la rentabilidad a las inversiones en estas compañías.