El restaurante Es Pins abrió sus puertas en 1970 en Sant Llorenç de Balàfia y se ha convertido en un referente de la gastronomía de Eivissa manteniendo la tradición culinaria de la Isla
Joan y Carles con sus padres Pep y Mari Cruz. El restaurante Es Pins siempre ha sido cien por cien familiar. Actualmente tienen 14 trabajadores. | Arguiñe Escandón
Joan y Margalida de Can Armat, finca ubicada un poco más abajo de la de Es Pins en el municipio de Sant Llorenç de Balàfia de Eivissa, abrieron el restaurante Es Pins en 1970. Inicialmente, Joan abrió el bar en lo que era el almacén y «aunque ya había un par de bares por la zona, Can Curuner y Can Juanito, en aquella época se llevaban todos bien. No había empujones. Con una caja de Coca-Cola y otra de cervezas pasabas la semana entera. Poco a poco, la cosa fue creciendo, mi madre hacía alguna olla de lentejas que se acaban vendiendo en el bar hasta que montó el restaurante», expresa José Sala, hijo de Joan y Margalida, que tenía dos años cuando su padre abrió en lo que se convertiría en uno de los restaurantes más típicos de Eivissa: el restaurante Es Pins.
Desde entonces, este establecimiento de restauración de la mayor de las Pitiüses se ha consolidado como un referente en lagastronomía ibicenca manteniendo siempre la esencia de lo que, precisamente, les ha hecho distinguirse de los demás y es mantener intacta y respetada la tradición culinaria de Eivissa. Este restaurante siempre ha sido, y lo sigue siendo, de carácter familiar. En la actualidad, la tercera generación, encarnada en Joan y Carles, hijos de Pep y Mari Cruz, son quienes toman cada día más las riendas del negocio. «Siempre ha sido un negocio familiar, desde que abrió. Mis padres estaban de camareros y mis abuelos y mi tío Mariano en la cocina. Mi abuela siempre hacía el pan. Mi madre ahora está en la cocina. El negocio es cien por cien familiar y ahora estamos mi hermano Carlos y yo, que somos la tercera generación», explica Joan, que tiene 23 años y toda la ilusión del mundo por continuar el legado del restaurante Es Pins de Eivissa, que actualmente tiene 14 trabajadores.
Pero, ¿qué es exactamente el restaurante Es Pins? «Somos un restaurante de carretera de comida tradicional ibicenca cien por cien casera. Un restaurante en el que trabajamos con mucho cariño y humildad y que lo preparamos todo al momento; no tenemos nada precongelado ni nada de eso y no somos ningún beach club ni nada parecido», expresa Joan, quien reivindica precisamente ese carácter de cocina tradicional ibicenca para diferenciarse en el variopinto y diversificado mundo de la gastronomía en Eivissa.
Los platos que se elaboran en este restaurante son de cocina típica ibicenca.
Joan y su hermano Carlos reconocen que no han sido mucho de dedicarse a los estudios. «Siempre hemos estado detrás de la barra por aquí ayudando siempre que se ha necesitado los fines de semana, por ejemplo, que suele haber mucha gente. Acabamos de estudiar a los 16 y fue cuando empezamos a trabajar», precisa Joan, quien recuerda que se han criado en este restaurante, pues cuando sus padres trabajaban por las noches «mi abuela cogía el ‘cochito’ y nos paseaba por el aparcamiento y estábamos también por el medio de la gente».
Anécdotas que Joan recuerda con inmenso cariño y que le hacen reafirmarse en continuar con el legado familiar que iniciaron sus abuelos en 1970. «Seguiremos con el negocio; no tenemos pensado traspasarlo ni venderlo ni nada. Vamos a seguir evolucionando y adaptándonos, pero sin tocar la base», precisa este joven hostelero. Ambos hermanos reciben el sabio consejo de su padre de «trabajar mucho, ya que nadie regala nada; trabajar con humildad y esfuerzo y que con trabajo y dedicación todo se consigue y hacer las cosas bien y con cariño» y esta es, precisamente, una de las claves para mantenerse a lo largo del tiempo, además de seguir fieles a su esencia de tradición ibicenca.
LA CARTA. Entre sus platos, se encuentran los más típicos, como el sofrit pagès, el arròs de matances o a la marinera, así como la paletilla de cordero, pero también ofrecen la «comida de siempre; potaje de habas, hacemos muchos platos de cuchara, legumbres, tortillas, carnes y pescados; todo casero. Siempre hemos mantenido la misma línea de platos, desde el primer día», expresa Joan, quien afirma también que cada año intentan introducir cambios viendo los platos más demandados, como es el caso del arroz ciego o el arroz negro.
Siguen haciendo pan payés con anís al horno de leña como se hacía en sus inicios.
Entre el público local, los platos que más triunfan dependen un poco de la época del año, pues en invierno, «cuando hace más frío apetece más un arroz de matanzas o un sofrito payés o un guisat de peix y en verano, por ejemplo, unas chuletas de cordero a la plancha o un pescado». Entre el público visitante, sin duda, los arroces y, en especial, la paella. El hecho de llevar medio siglo trabajando ha propiciado que puedan ver a varias generaciones de una misma familia. «Por ejemplo, tenemos turistas que venían hace 50 años y a día de hoy vienen sus nietos o sus hijos con cochecitos; vienen a comer lo mismo que comían hace 50 años y eso es maravilloso», explican emocionados.
Una de las características más especiales de este mítico restaurante de Eivissa es el pan que elaboran desde hace medio siglo en su horno de leña, a la antigua usanza, cuando lo elaboraba la abuela de Pep, padre de Joan y Carles. La receta es bien sencilla: harina, agua y, aquí lo especial, anís, que le da un toque fresco al que es difícil resistirse. Todo ello elaborado por el buen hacer de las manos de las mujeres de esta casa, pues siempre ha sido elaborado por ellas.
RECONOCIMIENTO. El pasado 6 de marzo, el restaurante Es Pins recibió el premio Posidonia de la Cámara de Comercio de Eivissa y Formentera a la excelencia empresarial por sus años de trabajo. «Con el tiempo, Es Pins, se ha convertido en un referente por haber sabido mantener el éxito empresarial y el respeto a las tradiciones culinarias de nuestra isla», recordaron desde esta entidad empresarial. Al recoger el premio, los hermanos Joan y Carlos Sala, nietos de los fundadores de Es Pins, aseguraron que sus abuelos estarían muy orgullosos y felices por recibir el premio de la Cámara y ver cómo el negocio continúa. «Estamos muy agradecidos a la Cámara de Comercio por apreciar el trabajo y el esfuerzo de toda la familia durante todo este tiempo», apunta Joan.
Por su parte, el presidente de la Cámara, Joan Guasch, destacó en su discurso la importancia de reflexionar sobre los valores y realidades existentes en las Pitiüses, sin olvidar las dificultades actuales que cualquier empresario debe superar. En este sentido, el presidente de la Cámara de Comercio pitiusa destacó sobre los premiados que son la «perfecta muestra de que, a pesar de las crisis y complicaciones, existen negocios tradicionales que saben mantenerse como referentes en su sector».
En cuanto al futuro, Joan y Carlos insisten en que continuarán con el legado que iniciaron sus abuelos en 1970: «Esto no se toca», afirman y eso que durante estos años de amplia trayectoria han recibido ofertas que han acabado rechazando. ¿Y qué consejo dan a quienes quieran iniciar su negocio de hostelería en Eivissa? «Tienen que trabajar muy duro porque en Eivissa en verano es una locura; hay que trabajar y sudar mucho y hacer las cosas bien y con mucha humildad, respeto y educación y trabajando mucho y así las cosas irán bien», concluye Joan.