Aunque es un hombre muy respetado y nadie cuestiona su inteligencia, el hecho de que haya elegido a Vox para entrar en política sí ha suscitado mucha polémica. Coll fue jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra con el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y por simpatía muchos podrían situarlo en el PP, pero no un partido tan polémico como el de Santiago Abascal.
Sin embargo, el general retirado desde el pasado 3 de agosto niega que Vox sea de ultraderecha y asegura que si lo fuese «no habría dado este paso»; sostiene que es conservador y liberal. Aunque podría dedicarse a disfrutar de la vida ha decidido dar el paso a la política porque cree que la situación actual es delicada y entiende que se debe dar un paso al frente para defender la Constitución y sus valores.
Coll explica que ha elegido a Vox para «manifestar mi agradecimiento por lo que han hecho durante años, sin ningún tipo de financiación pública y defendiendo valores con los que yo coincido, como la defensa de la identidad que tenemos en Baleares, contra cierto pancatalanismo».
El candidato de Vox al Ajuntament de Palma defiende valores que se basan en principios de la formación militar, tales como el servicio, la dedicación, la jerarquía, la lealtad, el sacrificio y la austeridad.
Coll tiene por delante un objetivo difícil, pero está acostumbrado a ellos ya que fue el encargado de la retirada de las tropas españolas de Irak. Aunque cree que las tropas españolas no se deberían haber retirado de esa forma -Zapatero anunció su salida «en el menor tiempo posible» y solo un día después de que el presidente socialista tomara posesión-, el entonces jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra acató la decisión porque «los militares cumplimos órdenes y somos leales al Gobierno del color que sea».
Esta es su actuación más conocida, pero no es la única a destacar de su trayectoria profesional; entre otras muchas importantes, Coll también ha sido observador de Naciones Unidas en Angola.
Aunque en sus genes hay sangre militar, también la hay política. Así, su abuelo Juan Coll Fuster fue coronel de Infantería y alcalde de Palma entre los años 1945 y 1952. Su padre, el general de Infantería Fulgencio Coll de San Simón, fue presidente de la última Diputación Provincial de Baleares.
Coll se presenta como el candidato más amable y prestigioso de Vox a los próximos comicios. El número 1 de la lista del PP a Cort, Mateo Isern, lo ha llegado a definir como «un lujo para la política». Coll, por su parte, califica al exalcalde del Partido Popular como «una persona encantadora». En el caso de tener que pactar para llegar a un pacto de gobierno tras las elecciones, no parece que vayan a tener problemas de entendimiento; otra cosa es que si los haya entre las direcciones regionales del PP y Vox.
En aspirante a la Alcaldía palmesana por Vox no está tan bien valorado por la izquierda, quien advierte de que Coll quiere introducir criterios militares en el Ajuntament de Palma. De momento, a él los asuntos que más le preocupa son la limpieza y la seguridad; considera que lo más importante es «resolver las cosas pequeñas que tocamos todos los días y parece que se olvidan». Quiere ser un alcalde a pie de calle, ya que cree que hay «algunos que no han pisado la ciudad».
3 comentarios
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tiene mi voto
votaremos al General
Es lo mejor que pueden poner.