Company es un trabajador incansable, que se entrega en cuerpo y alma a la consecución de sus objetivos. Hasta la fecha, todos los ha saldado con éxito, pero el próximo 26 de mayo se enfrenta, probablemente al más difícil de su vida. Sin embargo, él está totalmente convencido de que en esta ocasión también le irá bien.
El candidato del PP a la CAIB empezó en el CIDE, donde fue delantero internacional juvenil con 17 años; también fue mejor futbolista de Baleares juvenil y tuvo ofertas de equipos de primera división. Finalmente se decantó por el filial del Real Zaragoza; después volvió a Mallorca, donde jugó en varios equipos de segunda división B. Sin embargo, la rotura de ligamentos lo hizo dejar el fúbtol, aunque no sus principios, que sigue aplicando en su día a día.
Company cambió el campo de fútbol por el campo mallorquín y se convirtió en empresario agrícola. Defensor a ultranza del mundo rural y la payesia, siempre ha creído en sus potencialidades. No obstante, siempre ha tenido claro que este sector necesitaba modernizarse.
La sequía del año 2000, que azotó con dureza al campo balear, lo llevó a participar en Asaja en Baleares, donde llegó a ser presidente. Pronto despuntó y tuvo cargos destacados en la ejecutiva de la organización agraria a nivel nacional y europeo. En Asaja se convirtió en un líder incuestionable, con acciones tan destacadas como una tractorada que hizo temblar al Pacte del Progrès de Francesc Antich.
Cada vez era más evidente que Company terminaría en política, tuvo varias ofertas y terminó aceptando la de José Ramón Bauzá para ser conseller d'Agricultura, Medi Ambient y Territori, con direcciones generales tan importantes como Habitatge y Mobilitat; una macroconselleria por la que muchos lo llamaban ‘ministro'. Fue conseller como independiente y se afilió al PP a mediados de la legislatura.
Company no lo tuvo fácil en el Ejecutivo de Bauzá, ya que le tocó lidiar con áreas difíciles en una época de recortes. Además, chocaba con los principios ideológicos de Carlos Delgado y del propio Bauzá. Sin embargo, siempre fue leal a su entonces presidente.
Con el gobierno de Mariano Rajoy lo tuvo muy bien, ya que su época en Asaja le sirvió para hacer buenos contactos, como Arias Cañete e Isabel García Tejerina, que fueron ministros de Agricultura cuando él era conseller d'Agricultura.
Tras la debacle electoral de las elecciones de 2015, Company se hizo con las riendas del partido y ganó el congreso a Bauzá, apoyándose en el sector regionalista del Partido Popular y, especialmente, en los jóvenes del partido. Así, sacó a jugar como titulares indiscutibles a Marga Prohens, Llorenç Galmés y Sebastià Sagreras, entre otros.
Pese a que está totalmente centrado en la política, no ha perdido su carácter payés, cercano y directo. Company es un hombre con carácter, que dice las cosas claras y que no soporta la deslealtad ni la vaguería.
El próximo 26 de mayo sabrá si mete el gol de su vida y se hace con la presidencia del Govern o, por el contrario, vuelve al sector agrario y a sus negocios familiares. Lo cierto es que no lo tiene fácil, ya que el Partido Popular no pasa por sus mejores momentos por la irrupción de Vox, pero él está convencido de que puede conseguirlo.
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