Algunos votantes ya han ido preparados para irse a la playa después de votar. | Teresa Ayuga

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Armados de ventiladores, abanicos y agua fresca. Así se han constituido con un punto de resignación este domingo 23 de julio las mesas electorales de Palma. A pesar de que los colegios están abiertos hasta las 20 horas, una marea de votantes ha decidido ir a primera hora a ejercer su derecho para no modificar sus planes domingueros. Aunque uno de sus objetivos era poder votar para seguir con su día libre, algunos han reconocido que han ido con miedo de ser seleccionados para cubrir la plaza de algún convocado a la mesa que no se hubiera presentado.

Otro factor que ha propiciado que la gente haya ido en masa a votar tan pronto ha sido la esperanza de sortear las altas temperaturas que se registran en los centros educativos, que no tiene aire acondicionado.

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Así, la situación que viven los niños y adolescentes en los meses más calurosos del curso escolar (mayo, junio y septiembre), la están pudiendo comprobar los adultos durante esta jornada electoral, en la que se espera que se registren máximas de 36 grados. Precisamente, en el colegio de Son Ferriol dos mujeres mayores han sufrido una lipotimia, pero no se ha requerido la presencia de ambulancias.

En el caso del colegio Aina Moll, que está en obras y ya es conocido por tener temperaturas más altas de lo normal en las aulas, se ha decidido trasladar las urnas a la delegación de Hacienda, donde si que hay aire acondicionado.