El PP acusa a Armengol de tener el Congreso «cerrado a cal y canto»

Una reunión que se celebró por última vez el 19 de septiembre y que según el reglamento del Congreso debe convocarse si así lo solicitan dos grupos parlamentarios o la quinta parte de los miembros de la Cámara, como es el caso del PP. Los populares instan a esta reunión para poder discutir las peticiones de comparecencia que han solicitado; para que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, informe de los últimos consejos europeos y para que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, también dé cuenta en el pleno de la posición de España en el conflicto palestino-israelí.

Gamarra ha acusado a la presidenta del Congreso de «retorcer» el reglamento y ha exigido que convoque la Mesa de la Cámara y la Junta de Portavoces para aprobar también un calendario de sesiones plenarias, iniciarse las sesiones de control al Gobierno y constituirse la Diputación Permanente. «Han pasado casi tres meses desde las elecciones del 23 de julio y dos meses desde la constitución de las Cortes... y se confirma que Armengol ha parado el reloj de las Cortes y se lo ha entregado a Sánchez, lo que supone un secuestro del Congreso que está cerrado a cal y canto», ha afirmado.

Gamarra ha lamentado que la presidencia «esté obstruyendo» la vida parlamentaria, al tiempo que ha explicado que lo primero que tiene que hacer Armengol es poner fecha al debate de investidura de Pedro Sánchez, transcurridos quince días desde que el rey le propusiera como candidato. Además, ha criticado que estén paralizadas iniciativas como la declaración institucional promovida por el PP contra los ataques de Hamás o los escritos de reconsideración sobre la reforma del reglamento para implantar las lenguas cooficiales en el Congreso.

En este sentido, también se ha referido a la petición que han registrado de comparecencia urgente del ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, para que informe sobre las medidas que está tomando para hacer frente a la crisis migratoria que está sucediendo en Canarias. «Canarias pide medidas. El Gobierno en funciones no puede mirar hacia otro lado y no puede hacer dejación de funciones», ha añadido, al tiempo que ha denunciado la ausencia de un «mando único» para gestionar esta crisis migratoria, «la segunda mayor en Canarias tras la de 2006».