Esos manifestantes, ha destacado, ayudaron a "detener el golpe de Estado", pero el Gobierno de Mariano Rajoy aplicó el artículo 155 de la Constitución para suspender la autonomía en Cataluña y convocar elecciones autonómicas para el 21 de diciembre de 2017, en las que las fuerzas independentistas revalidaron su mayoría absoluta. Fue, según Abascal, "un 155 de mierda, que devolvió el poder a los separatistas, en vez de retomar el poder, en vez de devolver la libertad y la legalidad a los catalanes". Abascal ha reiterado, como en otros momentos de esta campaña, sus críticas al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, por "abandonar a media España" al "renunciar a gobernar en aquellos sitios donde el PSOE sea la lista más votada" aunque pueda desbancar a los socialistas pactando con Vox.
Para Abascal, PP y PSOE "en realidad piensan lo mismo, votan lo mismo en Europa y en el Congreso" y "no hay ni una sola política esencial" en la que estén "en desacuerdo". "El PP hoy es el PSOE con diez años de retraso, o el PSOE unos segundos después", ha señalado Abascal, acompañado del líder de Vox en el Parlament y secretario general del partido, Ignacio Garriga. También ha arremetido contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por poner España "del revés" y permitir que Bildu "tenga a 44 terroristas en las listas": "Con estas listas electorales vamos a comprobar que en los ayuntamientos van a pactar directamente con los terroristas". En cuanto a las elecciones municipales, ha expresado su apoyo a Gonzalo de Oro frente a una alcaldesa, Ada Colau, que "ha puesto Barcelona patas arriba".
Según Abascal, "Barcelona no se puede resignar a elegir entre una comunista psicópata y peligrosa", entre "un separatista al que va votar una parte de la derecha", en alusión a Xavier Trias, y entre "un progre" como Jaume Collboni que es "absolutamente cómplice de lo que está pasando" en la ciudad. Previamente, Gonzalo de Oro ha denunciado que "la izquierda perrofláutica" y el independentismo "rancio y casposo" han "acabado con una ciudad que era la envidia de España y de Europa", por lo que ha recetado "mano de hierro" para poner "orden" en Barcelona: "Si soy alcalde, que se preparen algunos", ha advertido.
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