La candidata a la alcaldía de Madrid por Ciudadanos, Begoña Villacís. | Efe - JUANJO MARTÍN

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El éxodo de dirigentes de Ciudadanos, principalmente al PP, se une a los malos presagios para la formación naranja en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, donde la gran parte de los cabeza de lista han tenido que ser renovados por la crisis interna que sufre desde la marcha de Albert Rivera, en 2019.

A pocos días de las elecciones, la última bomba: el PP ha anunciado la incorporación a su fundación del economista Luis Garicano, exeurodiputado de Ciudadanos y artífice del programa económico del partido. Pese a que los abandonos y las fugas de cargos son la característica principal de las últimas fechas, Ciudadanos presenta para las municipales listas en 800 localidades, entre ellas todas las capitales de provincia, aunque es cierto que suponen menos de la mitad de las presentadas en 2019.

El 80 % de los cabezas de lista para las autonómicas son distintos a los candidatos que compitieron en los comicios de 2019 y decenas de concejales que lograron acta en los comicios municipales de 2019 han renunciado a lo largo de estos últimos años, un goteo que en algunos casos ha sido recogido por otras formaciones y en otros, simplemente, se han marchado a casa, según reconocen fuentes de Ciudadanos.

No obstante, el partido insiste en que solo el 5 por ciento de los que han abandonado se han marchado al PP y que solo el 0,3 por ciento lo ha hecho durante la etapa de Alberto Núñez-Feijóo al frente del PP, partido que cifra la llegada de cargos 'naranjas' en unos 200. De las doce comunidades autónomas en las que Ciudadanos se presenta solo hay dos candidatos que repiten desde 2019: el de Cantabria, Félix Álvarez, y Castilla-La Mancha, Carmen Picazo, ambos con cargos en el partido en sus respectivas comunidades.

Ciudadanos afronta el 28 de mayo con todos los sondeos pronosticando su debacle y augurando que poco retendrán de los más de 2.500 concejales y 178 alcaldes que tienen en este momento aparte de los 65 diputados autonómicos (de ellos, seis en Cataluña, y uno en Castilla y León, que no concurren a estos comicios). Ciudadanos logró el 27 de mayo de 2019 un total de 1.876.906 votos -el 8,25 por ciento del total- y 2.788 concejales, se convirtió en la tercera fuerza de España, por detrás de PSOE y PP y obtuvo la mayoría absoluta en 115 municipios, frente a los 49 que logró en los comicios de 2015. Varios de los cabezas de lista de 2019 han abandonado el partido, como es el caso del que fue candidato en Asturias, Juan Vázquez, el de Extremadura, Cayetano Polo, o el de La Rioja, Pablo Baena, aunque también hubo expulsados por ocultar un delito de presunta prevaricación como el caso del presidente de Melilla, Eduardo de Castro.

Los resultados obtenidos en 2019 por los candidatos de Murcia, Isabel Franco, y Madrid, Ignacio Aguado, permitieron que su partido alcanzara pactos de gobierno con el PP, pero dos años después estas comunidades se convirtieron en el principio del desmoronamiento del partido, que aún hoy, no parece tener fin.

La moción de censura impulsada en Murcia con el PSOE tuvo como primera consecuencia que el presidente de Murcia, Fernando López-Miras, mantuviera el sillón tras captar a Isabel Franco y otros dos diputados de Ciudadanos y rompiera el partido naranja en la región. Esta moción fallida tuvo su efecto en la Comunidad de Madrid, donde la presidenta Isabel Díaz Ayuso, convocó elecciones anticipadas ante lo que consideraba la amenaza de una moción de censura encabezada por Ignacio Aguado, que tuvo que dejar la política. Cs desapareció de la Asamblea de Madrid y el PP se quedó al borde la mayoría absoluta.

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El efecto dominó continuó a Castilla y León, donde el vicepresidente Francisco Igea, fue destituido y, tras las elecciones adelantadas, solo pudo mantener su escaño, unos malos resultados que tuvieron posteriormente también su reflejo en las andaluzas que dejaron a Ciudadanos sin diputados, de los veinte que habían conseguido en 2018.

El escenario en el que los naranjas se presentan a los comicios es el de merma de fuerza institucional desde 2019 al perder, entre otros, el gobierno que compartían con el PP en cuatro territorios: Madrid, Andalucía, Murcia y Castilla y León. La dimisión de Albert Rivera como líder de Ciudadanos por la debacle de las generales de 2019 y posteriormente la crisis originada en Murcia se tradujo en la primera oleada de bajas, algo a lo que «ayudó» Fran Hervias, quien fuera secretario de Organización con Rivera.

Durante meses fueron reproduciéndose los trasvases a las filas populares; de los candidatos autonómicos de 2019, dos se fueron del partido: Toni Cantó (Valencia), quien fue colocado por el PP de Isabel Díaz Ayuso, y Vidina Espino (Canarias), que se cambió a Coalición Canaria (CC). En Asturias, más de una veintena de concejales y diputados han sido fichados por PP y Foro en Asturias, entre ellos el que fuera coordinador de la formación naranja en el Principado y portavoz de su grupo municipal en el Ayuntamiento de Oviedo, Ignacio Cuesta, que se presenta ahora como número tres de los populares a la Alcaldía de la capital.

También destaca que la número nueve de la candidatura del PP al Parlamento de La Rioja, Belinda León, ha sido, hasta hace unas semanas, portavoz de Ciudadanos en la Cámara regional, donde dejó su acta de diputada y abandonó la formación naranja; y coordinó la gestora de este partido en la comunidad riojana durante seis meses. Destacan también el caso de Javier Gutiérrez y Julia Parra, exdiputados de Infraestructuras y Cultura, respectivamente, de la Diputación de Alicante, dos representantes que forman parte del equipo de Gobierno tras un pacto entre la formación 'naranja' y el PP.

Mantienen sus competencias y se han pasado a grupo de los no adscritos. En el ámbito municipal hay otros casos de fuga como el del alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, que gobernaba por Ciudadanos tras los comicios de 2019 y que concurrirá el próximo 28 de mayo por el PP; o el de la vicealcaldesa de Zaragoza, Sara Fernández, y el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, que concurrirán en la lista del PP. Otro ejemplo es el Ayuntamiento de Sevilla, cuyo portavoz y candidato de Ciudadanos, Álvaro Pimentel, abandonó hace unos meses este partido y va a concurrir como número 4 de la lista que encabeza el popular José Luis Sanz, mientras que uno de los últimos casos han sido los del delegado del Área de Innovación y Emprendimiento del Ayuntamiento de Madrid, Ángel Niño, y del Responsable de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte. Igualmente, el hasta ahora concejal en el Ayuntamiento de Toledo y diputado provincial del partido en la Diputación de Toledo, Julio Comendador, abandonó su acta para presentar su nuevo proyecto político: 'Primero Toledo'.

Hace unas semanas, la portavoz nacional de Ciudadanos, Patricia Guasp, cargó contra el PP por el fichaje de cargos de este partido de cara a las elecciones y tras calificar la actitud «irresponsable» denunció que el transfuguismo es «una forma de corrupción», donde los 'populares' están «muy cómodos».

No obstante, el PP no es la única meta de los miembros de Ciudadanos que abandonan al partido. En Cataluña, el nuevo partido Valents, que lidera Eva Parera, presume de haber arrancado un total de 87 miembros de Ciudadanos entre concejales, cargos y afiliados, aunque desde los naranjas dicen que se mantienen la mayoría de los 246 concejales que logró en las elecciones de 2019. Con el lema «Por los tuyos» Ciudadanos camina con rostros nuevos y «unida» para intentar sobrevivir en la próxima cita con las urnas el 28 de mayo, con el aval de otros ya conocidos, como las candidatas a las alcaldías de Madrid y Barcelona, Begoña Villacís y Ana Grau.