Antoni Salas, Josep Melià y Tolo Gili la noche del domingo electoral. | Jaume Morey

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Desde la fundación del PI-Proposta per les Illes Balears en 2012, el partido ha aspirado a ser decisivo para formar pactos, con la idea de recuperar el papel de la extinta Unió Mallorquina. Después de 11 años intentándolo, no lo ha conseguido y el fracaso electoral del domingo hace peligrar el futuro del regionalismo político, que tan solo ha conseguido dos escaños en el Consell de Mallorca y ha desaparecido del Parlament.

«Tenemos que reflexionar, hacer autocrítica y pensar cómo reconstruir este espacio, pero yo me retiro de la primera línea del partido, a quien le corresponda, que lo haga, estaré a su lado pero en segundo plano». Así de contundente se expresó este lunes Josep Melià, que era el candidato del PI a la Presidencia del Govern. Esperaban mantener los tres escaños en el Parlament y el Consell para ser devisivos, pero no fue posible.

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A la pregunta de si el regionalismo está herido de muerte, Melià respondió: «Está herido; son ciclos políticos. Hubo un momento en el que el PP estuvo de bajón y mira ahora. Lo mismo Podemos, que ganó las generales en Mallorca y ahora ha desaparecido. Son ciclos», reflexionó. Sin embargo, le preocupa que cada vez se tiende a votar según el estado de ánimo y no se hace de forma racional y meditada.

«Es un juego incentivado por los partidos españoles, porque convierten las elecciones municipales en generales; es una perversión del sistema. Además, la gente no valora el trabajo», lamentó Melià.
«Nosotros hemos querido tener una posición de responsabilidad, de centralidad, pero a día de hoy lo que está de moda son los extremismos. Los votantes han ido a las urnas cansados de la izquierda y han escogido un cambio radical (en referencia a Vox) y no uno que apueste por Balears», comentó el líder regionalista, que tras la debacle del domingo fue muy claro respecto a sí mismo: «A mí me ha apartado el pueblo».

Por el hecho de no haber conseguido entrar en el Parlament, Melià puso su cargo a disposición del partido y reiteró que da un paso atrás. Antoni Salas, que junto a Magadalena Vivas entrará en el Consell, apuesta por trabajar desde ya por fortalecer el regionalismo.