El nacimiento del euro el 1 de enero representa un hito decisivo en
la historia de Europa occidental que trasciende el hecho
infrecuente de la creación de una nueva moneda. El euro trae
consigo el establecimiento de una política monetaria única para
once países de la Unión Europea que será dirigida desde Fráncfort
por una nueva institución, el Banco Central Europeo (BCE).
Supone la más radical transferencia de soberanía desde los
estados hacia las instituciones supranacionales desde que fue
fundada la Comunidad Europea hace 40 años. De los dos únicos
instrumentos de que disponen los gobiernos para regular la economía
nacional -la política fiscal y la monetaria-, uno de ellos, el
imprescindible control de la oferta de dinero, pasa ahora a manos
lejanas.
No todos los países de la UE se han atrevido a dar este salto en
el vacío. El Reino Unido, Dinamarca y Suecia, tres de los cuatro
socios comunitarios que no adoptarán el euro en 1999 (el cuarto es
Grecia), quedarán fuera por escrúpulos políticos.
Los gobiernos de la UE le han conferido al Banco Central Europeo
un único objetivo, la estabilidad de precios, y para esta tarea
-muy difícil en el caso de once economías tan dispares- le han
otorgado una independencia casi absoluta. Presidido por el holandés
Wim Duisenberg, el BCE constituye el núcleo de un sistema de corte
federal en el que han quedado integrados los viejos bancos emisores
nacionales.
Las decisiones de política monetaria serán tomadas de manera
centralizada, pero su aplicación se hará descentralizadamente, a
través de los bancos centrales nacionales, los cuales estarán
conectados con el BCE.
El Banco de España fijó ayer por última vez el precio
del dinero
El Banco de España subastó ayer los últimos «cebes» "certificados
de depósito" con lo que Luis Àngel Rojo prácticamente traspasó sus
atribuciones como director de la política monetaria española al
BCE, que fijará, a partir del próximo viernes, las directrices
monetarias de la Unión. Con las subastas de cebes el Banco de
España ha regulado la liquidez del sistema financiero español desde
1990, cuando este método sustituyó a los préstamos de regulación
monetaria.
Pese al traspaso de la política monetarias al BCE, el 1 de
enero, el gobernador del Banco de España, al igual que sus colegas
de la zona euro, mantendrá sus competencias en el ámbito de la
supervisión de entidades y ejecución de la política monetaria
decidida desde Fráncfort. Además participará de forma activa en las
decisiones del BCE, ya que formará parte de su consejo de
Gobierno.
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