La impresión de facilidad y de nueva libertad que respirará el
turista, a éstos les espera una relativamente importante ventaja:
el fin de las comisiones de cambio. Actualmente, un viajero que
atraviese los 15 países de la Comunidad empezando en París, con
1.000 francos (alrededor de 25.000 pesetas) en el bolsillo, vuelve
a su lugar de inicio con 500 francos sin haber consumido nada,
excepto facturas de cambio de divisas.
En enero de 1999, la comisión de cambio desaparecerá en el
interior de la zona euro ya que las monedas nacionales serán
expresiones de una divisa única. Pero atención: las oficinas de
cambio seguirán cobrando tasas por sus servicios hasta el 2002,
fecha en que el euro será una moneda contante y sonante (en forma
de siete billetes y ocho monedas).
Un estudio de la Organización Mundial de Turismo señala, pese a
todo, que la existencia de tipos de cambio sólo influencia
marginalmente a los turistas. En cambio, todos los profesionales
del turismo están de acuerdo en señalar que la moneda única europea
conllevará una batalla de tarifas y de calidad de prestaciones,
estimulando así los desplazamientos.
«El euro permitirá a los viajeros comparar los precios en un
mercado más transparente y competitivo», resume la Federación
Europea de Agentes de Viaje y Tour-operadores (ECTAA). La compañía
aérea alemana Lufthansa ya anunció a las agencias de viajes un
descenso de las comisiones, con el argumento precisamente de que la
introducción del euro significará una presión más sobre los
transportistas.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.