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PEDRO LÓPEZ - ESTRASBURGO Jacques Santer presentó en el hemiciclo un detallado plan de reformas para los próximos meses con un «ambicioso» y preciso calendario para su aplicación antes de que termine su mandato a finales de año. En la lucha contra el fraude y la corrupción «estoy de acuerdo con ustedes, la tolerancia debe ser cero. No basta ser bueno, hay que ser irreprochable», dijo a los eurodiputados.

Santer propuso, entre otras cosas, una reorganización de la estructura del Ejecutivo, un código de conducta para eurocomisarios y cambios en el Estatuto de los eurofuncionarios y en el reglamento financiero. Para todas estas decisiones pidió la colaboración del Parlamento Europeo y la participación de su sucesor, que debe ser elegido por los Quince en la cumbre europea de Colonia (Alemania) el próximo junio.

El presidente del Ejecutivo europeo dijo que con este plan espera «responder a las sugerencias y a las críticas» de la Cámara y concluyó pidiendo a los eurodiputados que decidan «en conciencia si acuerdan la confianza para acabar nuestro trabajo».

Santer admitió que existen casos de corrupción pero señaló que están bajo investigación y atribuyó las irregularidades en la gestión a la falta de personal y la necesidad de acudir a contratados externos. Las distintas intervenciones de los portavoces de los grupos políticos no aportaron claridad sobre cuál puede ser el resultado de la votación, toda vez que los dos grandes grupos de la Eurocámara, socialistas (214 escaños) y populares (202 escaños) están divididos.