La OTAN renovó ayer su advertencia al Gobierno de Belgrado y
también a la guerrilla albano-kosovar para que frenen la escalada
de violencia en Kosovo y destacó su disposición a actuar, si fuera
preciso, antes de la nueva ronda negociadora del 15 de marzo.
El secretario general de la Alianza Atlántica, Javier Solana,
subrayó ante la prensa la disposición de la organización militar a
intervenir en la provincia serbia de Kosovo, de mayoría albanesa,
«si fuera necesario» antes de la reanudación de las negociaciones,
prevista para el próximo día 15 de marzo.
El dirigente aliado acusó a ambas partes enfrentadas en Kosovo
de haber roto el alto el fuego acordado en octubre pasado y afirmó
que, ante esa situación, hay un «claro mensaje» de todos los
miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)
de que «eso no puede continuar». «Es el momento de consolidar lo
logrado en Rambouillet, no de prepararse para la guerra, eso no es
lo que esperamos», agregó Javier Solana. El Consejo Atlántico de la
OTAN, formado por los embajadores permanentes de los 16 países
aliados, se reúne esta tarde para evaluar una vez más la situación
sobre el terreno en Kosovo. Fuentes aliadas dijeron que será una
«reunión informativa» sin decisiones.
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