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El ex primer ministro italiano, Romano Prodi, el jefe del Gobierno holandés, Wim Kok, y el secretario general de la OTAN, Javier Solana, acaparan las quinielas para suceder a Jacques Santer en la Comisión Europea. La decisión será rápida pero lo más probable es que se adopte después de la cumbre de Berlín de la semana próxima. La prioridad para esa cita es alcanzar un acuerdo sobre la Agenda 2000, la futura financiación comunitaria.

En cualquier caso el canciller alemán, Gerhard Schroeder, que como presidente de turno es el responsable de buscar el compromiso, afirmó ayer en Bruselas que la decisión «será rápida», muy probablemente en una cumbre extraordinaria poco días después de Berlín.

Ni tras su encuentro con Chirac en París, ni tras sus entrevistas en Bruselas con el propio Santer y con el presidente del Parlamento Europeo, José María Gil-Robles, Schroeder quiso mencionar nombres. Las quinielas de los diplomáticos en Bruselas y de la prensa se centran en la terna Prodi-Kok-Solana, dado que Schroeder parece haber obtenido en su gira de capitales el consenso para que el designado sea no sólo el que concluya el actual mandato, hasta final de año, sino que sea el presidente para los próximos cinco años.

El ex-primer ministro italiano es el candidato oficial del Gobierno de Massimo D'Alema, al que conviene el desembarco de Prodi en Bruselas para impedir que la lista que encabeza a las elecciones europeas le reste votos a la coalición del «Olivo».

Europeo convencido, Prodi, de 59 años, es el autor del «milagro italiano» que condujo a su país a entrar en el euro y que mantuvo el timón de uno de los gobiernos de su país más duraderos desde el final de la Segunda Guerra Mundial.