Un niño de 13 años está ingresado en un hospital norirlandés a
consecuencia de las fracturas y heridas que sufrió durante una de
las «palizas de castigo», que propinan los grupos paramilitares a
quienes consideran que tienen un comportamiento antisocial. El niño
sufrió fracturas en un brazo y en varios dedos, así como cortes y
hematomas múltiples durante la agresión, en la localidad de
Newtonwards (este del Ulster) durante la cual los paramilitares
llegaron a ponerle una pistola en la cabeza y le ordenaron que
abandonase la provincia en 24 horas.
La víctima jugaba con otros amigos cuando un grupo de
enmascarados le identificó y le ordenó marcharse con ellos antes de
proceder a golpearle con bates de béisbol. La agresión se cometió
antes de que comenzase ayer una nueva ronda de conversaciones en
Belfast para llegar a un acuerdo sobre el desarme terrorista,
principal obstáculo para avanzar en la paz.
Los presos del IRA consideran que han hecho todo lo posible por
el proceso de paz y no variarán su oposición a la entrega de las
armas. Así lo afirmó el dirigente del Sinn Fein Gerry Kelly, tras
una reunión con los 82 presos de la organización terrorista en la
cárcel de Maze.
Por su parte, el ministro del Interior británico, Jack Straw,
detuvo ayer la puesta en libertad anticipada de cuatro presos del
IRA, incluido Patrick Magee, el autor del atentado contra la
primera ministra Margaret Thatcher en Brighton (sur de Inglaterra)
en 1984.
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