La Duma (cámara baja del Parlamento ruso) ha aplazado el
procedimiento de destitución contra el presidente, Boris Yeltsin,
que debía celebrarse este jueves, a una fecha aún indeterminada.
Aunque la razón oficial es la ampliación de algunos de los cinco
cargos que pesan sobre el presidente, todo parece indicar que el
procedimiento tiene pocas posibilidades de prosperar si es sometido
a voto secreto, tal y como fue aprobado por los grupos la pasada
semana.
A primera hora de la mañana, nervioso por el proceso, Yeltsin
apeló a los diputados a que el asunto se estudiara en la fecha
prevista o suprimido del orden del día. Las razones que mueven a
Yeltsin a pedir la celebración del proceso radica en el voto
secreto, frecuente tapadera para disidencias en los grupos
parlamentarios. En contra, el primer ministro ruso, Evgueni
Primakov, solicitó posponer la sesion parlamentaria. «Todo intento
de adoptar el proceso de destitución está vacío de significado y es
contraproducente. Es irresponsable y peligroso», aseguró
Primakov.
Finalmente, en una reunión mantenida por los jefes de los grupos
parlamentarios de la Duma, todos los líderes, con excepción de la
facción progubernamental Nuestra Casa Rusia, apostaron por el
aplazamiento. Según el presidente de la Duma, Guennadi Selezniov,
el procedimiento no tendrá lugar antes de mediados de mayo.
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