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Dos meses después de haber sido absuelto por el Senado de EE UU, el presidente Bill Clinton vuelve a enfrentarse a sus escándalos sexuales, que ahora le exponen a una fuerte multa y a la imposibilidad de ejercer la abogacía.

Los abogados de Clinton tienen 30 días para responder a la decisión de la juez del «caso Paula Jones», que le ha denunciado por desacato civil, por entender que mintió en su testimonio sobre sus relaciones con Monica Lewinsky.

Clinton tiene aún derecho a una audiencia judicial en la que sus abogados pueden intentar probar que el testimonio del presidente en la demanda de acoso sexual presentada por Paula Jones no supuso un desacato al tribunal.

El abogado de Clinton, Robert Bennett, dijo que estudia cómo responder a la decisión, que para expertos legales representa el castigo que debió haberse propuesto en vez del delicado proceso de destitución que tuvo a su cargo el Congreso.

«Esto es quizá lo que debió haber ocurrido desde el principio y hubiese sido entonces una respuesta adecuada a su comportamiento», dijo Paul Rothstein, profesor de Derecho de la Universidad de George Washington.

La juez Susan Webber Wright determinó que Clinton mintió al tribunal cuando negó en el «caso Paula Jones» haber estado a solas y tenido «relaciones sexuales» con Lewinsky.