La Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (ACNUR) advirtió
ayer que los campamentos de refugiados en Macedonia están al borde
del colapso, especialmente, tras la llegada sólo durante la jornada
de ayer de 5.000 nuevos albano-kosovares huidos Kosovo. Uno de los
portavoces de ACNUR Ron Redmand advirtió que los siete campamentos
macedonios de acogida están al borde del colapso porque albergan a
tres veces más gente de su capacidad normal.
Por ejemplo, en las tiendas de campaña con capacidad para seis
personas duermen hasta 18, y la situación sanitaria es «bastante
precaria» con la aparición de casos de hepatitis A y sarampión.
Macedonia se encuentra al borde de la catástrofe económica con
un índice de desempleo cercano al 40% de la población activa, con
una caída en picado de los intercambios comerciales debido al
cierre de Yugoslavia, su primer interlocutor comercial y el
principal país de tránsito de sus exportaciones hacia la Unión
Europea. El ministro de Economía Zanko Cado dimitió ayer después de
haber acusado a los países occidentales de «prometer mucho pero no
hacer nada» para ayudar a su país. Redmand reconoció que el
gobierno macedonio no puede hacer frente a esta situación y se
expone a serios problemas económicos, políticos y demográficos, por
lo que apostó por sacar a los refugiados de este país como única
solución viable.
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