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FRANCE PRESS - MOSCÚ La oposición comunista exigió ayer la dimisión del presidente ruso, Boris Yeltsin, y «su camarilla» y convocó a los rusos a limpiar el Kremlin de «toda la podredumbre». A cuatro días del histórico debate en la Duma o cámara de diputados sobre el «impeachment» del presidente, sus promotores aseguraron que ya tienen 259 de los 300 votos necesarios que darían el primer paso constitucional para destituir a Yeltsin.

Enardecido por la celebración del 54 aniversario de la Victoria contra los nazis en la II Guerra Mundial, el líder comunista Guennadi Ziugánov exhortó a unos miles de seguidores a «mandar a retiro a Yeltsin y su camarilla». En un mitin en la plaza Lubianka, Ziugánov anunció que en los próximos cuatro días los líderes izquierdistas coordinarán su táctica con vistas al debate en la Duma, que comenzará el próximo jueves día 13. En círculos gubernamentales y parlamentarios rusos no se descarta ninguna opción en los próximos días, desde la dimisión o destitución del Gobierno hasta la disolución de la Duma.

El origen del debate de «impeachment», término tomado prestado del inglés por analogía con Estados Unidos, se remonta a hace más de un año, en el que una comisión especial de la Duma ha estudiado y aprobado cinco cargos criminales contra el presidente ruso, Borís Yeltsin.

Las acusaciones son: desintegración ilegal de la URSS en 1991; bombardeo del parlamento en 1993; guerra anticonstitucional en Chechenia en 1994, que costó cien mil muertos; destrucción del ejército y la defensa de Rusia; y «genocidio» por la política económica, que ha dejado en la miseria a millones de ciudadanos.

De acuerdo con la Constitución, el presidente puede ser destituido después de un largo y laborioso proceso por «traición y otros delitos graves».