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EFE - ISLAMABAD Pakistán criticó ayer los ataques aéreos del Ejército indio contra los rebeldes musulmanes en la región himalaya de Cachemira bajo su control, y advirtió a Nueva Delhi que su paciencia tiene un límite.

«Todavía no hemos ordenado a nuestras fuerzas aéreas tomar represalias, pero hay un límite a nuestra paciencia», señala el primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, en una carta dirigida al secretario general de la ONU, Kofi Annan.

El jefe del Gobierno de Islamabad solicita a Annan «dar la consideración debida a la 'situación extremadamente peligrosa' antes de que se desborde», señaló ayer el portavoz del Ministerio de Exteriores, Tariq Altaf. Sharif subrayó que los ataques aéreos indios cerca de la Línea de Control (LOC) han «socavado seriamente la paz y la seguridad en la región» y lamenta que la India no acepte la mediación ni de la ONU ni de la comunidad internacional para resolver la disputa de Cachemira.

En un mitin público, celebrado en la ciudad sureña de Karachi, Sharif afirmó haber mantenido ayer una conversación por teléfono con el primer ministro indio en funciones, Atal Bihari Vajpayee, en el transcurso de la cual le había señalado que la única solución a Cachemira eran las negociaciones. La India intensificó ayer sus incursiones aéreas contra guerrilleros musulmanes en Cachemira, perdiendo un helicóptero, tras haber perdido dos aviones la víspera.

El aumento de tensión entre India y Pakistán, potencias nucleares luego de las pruebas atómicas del año pasado, suscitaron la preocupación de la comunidad internacional. Pero la India destacó que no tiene la intención de contribuir a una escalada hacia una cuarta guerra indo-paquistanesa.

Oficiales de los gobiernos indios y paquistaníes descartaron que esta última escalada de tensión conduzca a sus respectivos países a un nuevo conflicto armado. Pero la ONU, China, Estados Unidos y otros países expresaron su temores por la reciente tensión militar en la región de Cachemira, territorio que la India y Pakistán se disputan desde su independencia de la corona británica en 1947, y causa de dos de las tres guerras que libraron desde entonces.