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EFE - BRSUELAS La OTAN aprobó ayer la orden de activación de la fuerza internacional que entrará en Kosovo, en paralelo a la retirada serbia, para pacificar la provincia y hacer posible el regreso de millares de refugiados albano-kosovares. El Consejo Atlántico, máximo órgano político de la Alianza, autorizó la entrada de las tropas de la OTAN en Kosovo, nada más conocerse que el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York había dado luz verde a la resolución que autoriza el despliegue militar. Hoy entrarán en acción y serán las tropas norteamericanas, seguidas de las británicas y francesas las que entrarán en Kosovo.

Según el Pentágono, 3.600 soldados norteamericanos apoyados por estos helicópteros constituirán uno de los primeros contingentes que pondrán el pie en Kosovo, junto con soldados británicos. El plan de despliegue de la KFOR reparte el territorio de Kosovo en cinco zonas, cuyo control correspondería a los países de la OTAN que han aportado más soldados: Reino Unido en el centro y la capital, Pristina; Estados Unidos en el sector de Urosevac (sureste de Kosovo); Francia al noreste (la zona de Mitrovica); Alemania en la zona de Prizren, al sur; e Italia en el oeste en la zona de Pec, según fuentes de la Alianza.

En esta última zona, donde se sitúan los santuarios religiosos de los serbios, y acompañando al contingente italiano, se situarían los 1.200 soldados españoles de la fuerza. El despliegue del primer núcleo de la KFOR, compuesto por los 18.500 soldados de la OTAN, que ya están en Macedonia, tardará en completarse unas dos semanas.

Las reglas de enfrentamiento que acompañan el operativo de la KFOR son similares a las que en su día recibió la fuerza de pacificación en Bosnia (SFOR), lo que significa que tienen orden de detener a los acusados de crímenes de guerra, entre los que se encuentra el propio presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic. La misión también debe ocuparse en la reconstrucción de las infraestructuras y la reparación de las casas de los kosovares, así como de las tareas de destrucción de minas enterradas por las fuerzas serbias.