«No hay peligro para la salud». La multinacional norteamericana
Coca-Cola aseguró ayer que el problema detectado en sus productos
se limita al mercado belga y que ha estado ocasionado por el
tratamiento con fungicida de paletas de madera sobre los que se
colocaron las latas y a una partida de CO2 -utilizado para
gasificar la bebida-, en mal estado.
Tras su decisión el pasado lunes de retirar todos los productos
de Coca-Cola por la intoxicación masiva de niños, el Ministerio
belga de Sanidad aseguró ayer haber detectado nuevos casos, que ya
suman más de cien. Por ello, este departamento aconsejó consultar a
un médico a la menor brevedad posible en el caso de sentir dolor de
cabeza, de vientre, naúseas y vómitos. A estos síntomas del
'sídrome Coca-Cola', habría que sumar calambres, taquicardias y
fiebres.
En cualquier caso, el ministerio belga a justificó su radical
medida por dos razones: un nuevo caso de hemolisis (destrucción
excesiva de glóbulos rojos) -que presentan las personas intoxicadas
la pasada semana- y el hecho de que la empresa «no haya ofrecido
ninguna declaración sobre el producto base de la contaminación»,
declaró el portavoz del Departamento, Marc Pattyn.
Dicho y hecho. Coca-Cola no tardó en ofrecer una rueda de prensa
en Bruselas para aclarar la situación. Explicó que la intoxicación
de más de un centenar de consumidores se debe a dos problemas, el
primero, por la presencia de pesticidas en el exterior de las
latas, y el segundo, a la utilización en la producción de gas
carbónico en malas condiciones. El director general de la empresa
en Bélgica, Philipe Lenfant, aseguró que «no hay peligro para la
salud». No obstante, Coca-Cola, según el gestor de la multinacional
en Bélgica, respeta la decisión del Gobierno belga ya que «no hay
nada más importante que la seguridad de los consumidores».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.