Un grupo de niños albano-kosovares arrastran enormes sacas de regreso a su hogar, en la localidad de Srbica.

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El secretario general de la OTAN, Javier Solana, anunció ayer el cese definitivo y «con efecto inmediato» de la campaña aérea contra Yugoslavia, tras comprobar el repliegue total de los efectivos serbios de Kosovo antes del plazo previsto.

Esa retirada se produce «en conformidad con el acuerdo técnico-militar» firmado por los responsables militares de la Alianza y de Yugoslavia el pasado día 9 en Kumanovo (Macedonia), en el que se fijó la medianoche de ayer como fecha tope para que los efectivos yugoslavos, con todo su armamento, abandonasen la provincia.

La operación «Fuerza Aliada», iniciada el 24 de marzo y suspendida el 10 de junio pasado, pasará a la historia como el primer conflicto bélico en el que se ha visto envuelta la Organización del Tratado del Atlántico Norte en sus 50 años de historia. Portavoces de la OTAN reconocen que sus bombardeos han podido causar 10.000 víctimas yugoslavas, entre muertos y heridos, civiles y militares. Oficialmente, durante la operación los Aliados no tuvieron más bajas que dos pilotos norteamericanos de un helicóptero Apache accidentado en Albania.

Los militares serbios cumplieron ayer el pacto de retirada e incluso lo hicieron 24 horas antes de lo previsto. El portavoz de la Brigada Lecreck de la fuerza internacional de paz para Kosovo (KFOR), Bertrand Guy, anunciaba ayer por la mañana desde la localidad de Kosovska Mitrovica, al noroeste de Kosovo, que el repliegue concluyó en realidad la pasada medianoche.

Mientras, cerca de 101.000 refugiados albanokosovares han regresado a la provincia serbia desde el cese de los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia el pasado 10 de junio, según los últimos datos difundidos por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

La KFOR acuerda la desmilitalización de la guerrilla albano-kosovar
La fuerza internacional de paz y el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) llegaron un acuerdo para la desmilitarización de la guerrilla independentista albano-kosovar, anunció ayer el Gobierno de EE UU. El acuerdo establece que, en un plazo de 30 días, el UCK entregará en zonas designadas el armamento prohibido (todo excepto pistolas, fusiles registrados legalmente y armas de caza) y que todos los guerrilleros procedentes del extranjero dejarán Kosovo, informó Sandy Berger, consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

El UCK también se comprometió a respetar la autoridad de la fuerza internacional de paz para Kosovo (KFOR) dentro del proceso para crear un entorno seguro en la provincia serbia, aplicar el acuerdo de hoy y llevar a cabo su misión. Además, el UCK deberá mantener su alto el fuego, sus miembros seguirán sin llevar armas en las zonas designadas, ciudades y carreteras y no emprenderá actividades militares sin aprobación de KFOR.