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EFE - ARGEL En un discurso a la nación, pronunciado anoche con ocasión de la celebración del 37 aniversario de la independencia del país (1962), Buteflika indicó que el país «está viviendo las últimas manifestaciones de una involución que Argelia conoció desde principios de la década de los 90». Los medios políticos esperaban que el jefe del Estado anunciase una nueva serie de medidas, tal y como él mismo había prometido sin precisar la fecha, pero el discurso fue simplemente una intervención coyuntural. La prensa local había adelantado que Buteflika iba a anunciar el fin del arresto domiciliario de Abassi Madani, jefe del proscrito Frente Islámico de Salvación, y la liberación, incluso condicionada, del número dos de ese partido, Ali Belhadj, así como el levantamiento del estado de excepción, sin embargo nada de eso ha ocurrido. Algunos analistas aseguraron que las presiones del ala dura del Gobierno y del estamento militar presionaban para que el preceso de paz fuera más lento y no se diera «victorias morales» a los integristas.

El temor a otra involución en Argelia podría haber frenado al presidente de Argelia. Buteflika, precisamente, se entrevistó ayer por la tarde, horas antes de dirigirse al país por radio y televisión, con el ex presidente Ahmed Ben Bella, lo que se interpreta en Argel por los analistas extranjeros como un intento de calibrar la reacción del ala dura en el poder si se adoptaban medidas liberalizadoras.

Buteflika anunció en su mensaje, no obstante, que trabaja para arrancar las raíces de la crisis que vive el país y, para tener éxito en su empeño, ha solicitado «apoyo popular», sin el cual aseguró que no puede hacer nada. Buteflika subrayó que el desarrollo y la prosperidad en todos los ámbitos de la vida y la sociedad argelina no tienen ningún sentido «si no hay paz y tranquilidad».

Agregó que hay que sacar lecciones de este conflicto, al recordar que se había comprometido a hacer todo lo posible para restablecer la paz. «La solución está al alcance de la mano y sé que el pueblo se sobrepondrá a este drama. Tengo la profunda convicción de que perseverar en la división y las disensiones sólo nos llevará a callejones sin salida», dijo, al explicar que ha presentado su proyecto de reconciliación civil para conseguir la paz.

Este proyecto prevé penas más leves o el abandono de las persecuciones legales de los miembros de grupos integristas armados que no sean culpables de crímenes o de violaciones y que depongan las armas para ponerse bajo la autoridad del Estado.