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EFE-PRISTINA Los ataques de los albaneses de Kosovo contra serbios y gitanos están erradicando la presencia física y cultural de estos grupos, en lo que se considera una nueva limpieza étnica.

Así, un grupo de niños albano-kosovares presenció ayer lunes con evidente alegría el incendio de una casa en lo que hasta ahora era un barrio gitano de Pristina.

«Para nosotros es maravilloso ver esto, es una casa de gitanos», dijo Enis Xhemajli, de 13 años.
El pequeño, con gafas gruesas y algún conocimiento de español e inglés, aseguró que «los gitanos quemaron pueblos albano-kosovares. Me lo contó mi abuela, cuya casa fue incendiada». Enis no se acordaba de cuándo ni dónde los gitanos habían incendiado casas albano-kosovares, pero a lo mejor su abuela aludía a la época final de la II Guerra Mundial, cuando los serbios y los gitanos pudieron volver a Kosovo.