El ex jefe militar yugoslavo Momcilo Perisic acusó ayer a las
autoridades de llevar al país a un callejón sin salida y a la
oposición de ineficacia, en una rueda de prensa en la que presentó
su nuevo partido, el Movimiento para una Serbia Democrática (PDS).
«(Serbia) necesita ahora una nueva fuerza para aunar toda la
energía positiva del pueblo», declaró el general, que fue
destituido de su cargo de jefe del Estado Mayor del Ejército
yugoslavo en noviembre pasado, tras criticar en un discurso a la
dirección del país por el aislamiento internacional de
Yugoslavia.
Serbia «no tiene derecho a callar», sino que debe hacer lo
posible por democratizarse y proporcionar a la población una vida
mejor y su integración en la comunidad internacional, dijo
Perisic.
El general acusó al Gobierno de haber llevado al país a una
guerra con las grandes potencias internacionales, aun «sabiendo»
que Serbia no tenía aliados en el mundo.
También condenó «la agresión de la OTAN contra Yugoslavia, como
un acto que nadie podrá justificar nunca y que causó enormes
pérdidas a todo un pueblo y a un Estado, bajo el pretexto de querer
impedir una catástrofe humanitaria».
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