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MIGUEL ROVIRA - DILI Tan sólo un día después del referéndum organizado por las Naciones Unidas, Timor Oriental regresó ayer de nuevo al sendero de la inestabilidad política y la violencia, en una jornada en la que los paramilitares pro indonesios volvieron a demostrar que pueden actuar con total impunidad.

Los compromisos adoptados entre los independentistas y los grupos leales a Indonesia con el propósito de solucionar la conflictiva situación que se vive en Timor Oriental caen uno tras otro uno y a la misma velocidad con que se rubrican. Al menos tres personas han muerto desde la consulta del lunes y apenas dos días después de que el jefe de las milicias leales a Indonesia, Eurico Guterres, y los dirigentes de la guerrilla independentista Falintil anunciasen a bombo y platillo que habían llegado a un acuerdo para resolver sus discrepancias. De la misma forma, la primera reunión de cara a la creación de la comisión para la reconciliación fue boicoteada por la mayoría de los representantes de las fuerzas leales a Indonesia.

No sólo las temidas milicias leales a Indonesia se distancian ahora de los acuerdos, sino que también las fuerzas políticas moderadas e igualmente leales al Gobierno de Yakarta cuestionan la conducta de las Naciones Unidas durante la celebración del referéndum. El Frente Unido para la Autonomía de Timor Oriental (Unif) acusó ayer a la Misión de las Naciones Unidas para esta ex colonia portuguesa (UNAMET) de manipular la consulta.