Con mucho honor, 22 años después de comprometerse con el general
Omar Torrijos a conceder a Panamá la soberanía sobre el Canal, el
ex presidente Jimmy Carter representó ayer a Estados Unidos en la
entrega protocolaria del mismo. Carter llegó a Panamá al frente de
una numerosa delegación de altos cargos del Gobierno de su país
para cumplir con su cita con la historia, pese a la animadversión
que despertó entre los conservadores de EE UU que firmara en 1977
un tratado que, a juicio de esos sectores, le arrebata a Washington
parte de sus bienes.
Y en territorio panameño, también pequeños grupos de la
izquierda y «nacionalistas» le repudian porque consideran que
Carter garantizó a su país un tratado más lesivo para Panamá que el
de 1903, derogado por el de 1977, pues a partir del próximo 1 de
enero la gran potencia del norte tiene garantizado el derecho a
intervenir de forma unilateral en este pequeño país cuando lo
considere necesario. A Carter no le amilanó este panorama y aceptó
la misión solicitada por el presidente estadounidense, Bill
Clinton, de presidir los actos protocolarios binacionales de
transferencia de la vía acuática junto con la gobernante panameña,
Mireya Moscoso. La ausencia de Clinton fue muy criticada en
Panamá.
Junto con el Rey de España, que prestigió las ceremonias con su
presencia, Carter se lució en elegancia y muestras de cortesía con
Moscoso, tomándola de la mano y sirviéndole de apoyo cuando
subieron y bajaron escalinatas y caminaron por encima de una de las
compuertas de las esclusas de Miraflores. La presidenta Moscoso
dejó que fuera el rey Juan Carlos el que abriera las compuertas de
las esclusas.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.