Abdulá Ocalán fue condenado a muerte en junio de 1999 por traición y separatismo, en su condición de máximo responsable de los quince años de guerra de guerrillas del PKK.

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EFE - ANKARA El Gobierno turco decidió anoche suspender los trámites para la ejecución del líder separatista kurdo Abdulá Ocalán, según se anunció tras una reunión ministerial de siete horas en medio de presiones internacionales. El encarcelado líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) fue condenado a muerte el año pasado tras un juicio ante un tribunal militar, pero la sentencia ha suscitado reacciones de malestar en Europa.

La pena capital en Turquía se ejecuta en la horca, pero sólo después de que la ratifique el Parlamento, mientras que el Gobierno decidió que por ahora no planteará el asunto ante el legislativo. Para que tomase esta decisión, fue necesario convencer a uno de los partidos de la coalición gobernante, el ultraderechista Partido de Acción Nacional, de que convenía esperar los resultados del recurso de Ocalán ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos.

Turquía logró el mes pasado ser aceptada como candidata a miembro de la Unión Europea, pero varios de los países de la UE han advertido de que las posibilidades de admisión del país podrían verse perjudicado si se ejecuta a Ocalán. Fuentes cercanas al Gobierno turco admitieron que ayer mismo varias concillerías europeas recordaron las dificultades que tendría Ankara de entrar en la Unión Europea en caso de que se ejecutara al líder kurdo. Las fuentes se negaron a revelar qué países habían presionado ayer al primer ministro Ecevit.

Pese a la suspensión de los trámites para ahorcar a Ocalán, el primer ministro turco, Bulent Ecevit, advirtió de que la ejecución puede ser inminente.
«Si la organización rebelde (PKK) y sus seguidores continúan intentando emplear este proceso contra los altos intereses del Estado, las demoras se acabarán y el proceso de ejecución se activará inmediatamente», dijo Ecevit.

Añadió que la sentencia de muerte es «irrevocable» y que «no aceptamos postergarla para siempre». Si al final Ocalán es ahorcado, será la primera vez desde 1984 que se aplica la pena capital en Turquía. El primer ministro turco había advertido de que el incumplimiento de las solicitudes recibidas de Europa para que no se ejecutase a Ocalán podría dañar gravemente las relaciones entre Turquía y la Unión Europea.