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AFP/EFE - SANTIAGO El presidente electo de Chile, el socialista Ricardo Lagos, dijo ayer que el futuro del dictador Augusto Pinochet en el país dependerá exclusivamente de los tribunales de justicia y descartó una ley de Punto Final para el general chileno, en concreto señaló que «no habrá una solución política» para el caso. «El tema está en los jueces. Hay un juez que tiene cincuenta y tantos procesos, y tendrá que evaluar, tendrá que resolver y hay instancias procesales para lo que ese juez resuelva, si las partes no están conformes», dijo Lagos en su primera rueda de prensa tras las presidenciales del domingo.

«Mi obligación es que lo que ese juez haga debe ser respetado», agregó, en momentos en que en Chile se agilizan los preparativos para la repatriación de Pinochet. El presidente en ejercicio, el democristiano Eduardo Frei, se comprometió a mediados del año pasado a traer de vuelta al veterano general antes del fin de su mandato. Por eso Lagos, compañero de pacto político de Frei, afirmó que todavía no recaen sobre sus hombros las gestiones para garantizar el regreso de Pinochet. «Es un tema que corresponde al presidente de la república que gobierna hasta el 11 de marzo y hasta entonces él tiene las riendas del aparato del estado», dijo Lagos.

Durante la celebración del triunfo de Lagos, una abrumadora multitud de partidarios pidió a gritos juicio para el ex gobernante militar en Chile. Pinochet enfrenta en Chile 56 querellas por crímenes durante su régimen.

«La Constitución garantiza la independencia del poder judicial, su autonomía en la toma de decisiones y los presidentes garantizan que las decisiones del poder judicial, cualquiera que sean, se cumplan», dijo el nuevo presidente. «Es todo lo que puedo garantizar como presidente».

Lagos es el segundo socialista que alcanza la presidencia del país. El anterior fue Salvador Allende, derrocado por Pinochet en un golpe de estado en 1973. Mientras duró el gobierno militar, más de 3.000 personas murieron víctimas de la violencia política. Muchos de ellos están todavía desaparecidos. «Tiene que haber justicia. Razones humanitarias operan para todos y también hay razones humanitarias para aquellos que han esperado 25 años para saber dónde están los que han podido encontrar», dijo Lagos.