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ELENA MORENO WASHINGTON Los primeros pasos norteamericanos hacia el cambio, anunciados por la secretaria de Estado, Madeleine Albright, se van a traducir en que los estadounidenses «podrán comprar e importar alfombras y algunos alimentos de Irán, como frutos secos y caviar». EE UU también se mostró dispuesto a llegar a un acuerdo con Irán para poner fin a las demandas legales existentes entre los dos países y que todavía están pendientes de resolución en el Tribunal Internacional de La Haya.

Albright señaló que EE UU toma esta decisión animado por la moderada evolución de Irán tras sus recientes elecciones y «para demostrar a los iraníes que Estados Unidos no tiene nada en su contra». Además, a partir de ahora, las autoridades estadounidenses «buscarán las maneras de aumentar los contactos entre académicos, deportistas, artistas, profesionales y grupos no gubernamentales» de los dos países. «Estados Unidos cree que esto servirá para hacer más profundos los vínculos de entendimiento mutuo y confianza», aseguró Albright, que señaló que «durante años Estados Unidos consideró a Irán como una amenaza». EE UU e Irán rompieron sus relaciones diplomáticas tras la toma de rehenes en la embajada estadounidense en Teherán en 1979 por parte de los revolucionarios islámicos que apoyaban al ayatolá Jomeini y que derrocaron a Reza Palevi. Washington impuso sanciones económicas a ese país por apoyar las acciones de grupos terroristas, bloquear el proceso de paz de Oriente Medio y adquirir armas de destrucción masiva. Irán está en la misma «lista negra» que Cuba, Corea del Norte, Siria, Sudán, Libia e Irak, elaborada por el Departamento de Estado para señalar a los países que consideran como sus enemigos y que no se ha modificado desde hace cinco años.

Pero desde la elección del moderado Mohamed Jatami como presidente de Irán hace dos años, Washington ha propiciado una gradual apertura hacia Teherán mediante una fórmula denominada de «diálogo entre los dos pueblos», diseñada para acabar con más de dos décadas de alejamiento. «Estados Unidos quiere trabajar junto Irán para derribar lo que el presidente Jatami llama muro de la desconfianza entre los dos pueblos», dijo Albright.