Rato (derecha) conversa con su homólogo portugués, Pina Moura, en un receso de la reunión.

TW
0
AGENCIAS - LISBOA Los Quince saldaron su tradicional reunión informal de cada semestre con la convicción de que se puede encontrar una solución para el elemento más complicado del paquete fiscal, la imposición sobre los rendimientos del ahorro de los no residentes para evitar la evasión fiscal. El arreglo pasaría por un modelo de «coexistencia» de dos sistemas, uno que permita un intercambio de información entre las haciendas de los Quince para comunicar los rendimientos del ahorro que obtienen ciudadanos extranjeros, como defiende la mayoría, y otro, que permitiera imponer una retención sobre esos rendimientos en el país donde se efectúa la inversión.

El Reino Unido, hasta ahora opuesto a cualquier tipo de solución para proteger las inversiones extranjeras en los llamados «eurobonos», que son el producto más importante del mercado financiero de Londres, dio un primer paso al aceptar el principio de un sistema de intercambio de información. Este paso implicaría que acepta dar información sobre los inversores que poseen eurobonos y sobre los paraísos fiscales dependientes del Reino Unido, como la isla de Man.

España y la mayoría de los Quince, salvo los países en donde rige el secreto bancario "Alemania, Luxemburgo y Austria", se mostraron a favor de un mecanismo de este tipo. Sin embargo, el ministro británico de Finanzas, Gordon Brown, no quiso dar detalles sobre qué tipo de información se transmitiría "si se facilitará sólo la identidad del inversor o también el montante de los rendimientos que ha obtenido" y además condicionó la puesta en marcha del sistema a que sea «recíproco» para que todos los países transmitan el mismo tipo de datos.